8 agosto, 2019
Las campañas políticas se quedaron en el tiempo. Se olvidaron de encontrar nuevos públicos, ese mismo al que denominan millennials y centennials, cambiándolos por un simple sentimiento ciudadano de querer hacer patria.
Última actualización agosto 8, 2019 a las 04:44 pm
Alguien se ha preguntado ¿por qué los jóvenes y adultos son amantes al debate? ¿De verdad lo han hecho? Porque un trino (tuiter), un mensaje en Facebook y hasta el comentario en un grupo de Whatsapp, los hace partícipe de lo generalmente considerado como apatía: la política.
Y no es que la política sea un mal necesario, como dice un dicho popular. La política data en Colombia desde el siglo XIX y principios del XX, con la creación de los partidos Liberal y Conservador. Aunque los seres vivos, por regla de tres simple, siempre buscan un líder para nuestras vidas (espiritual, administrativo, político, cultural, entre otros).
¡Sálvese quien pueda! Es el título que Andrés Oppenheimer utilizó para el libro concentrado en el futuro del trabajo en la era de la automatización. Incluyó muchas profesiones y sectores, pero el político no, así entonces ¿Cuál será el futuro de los políticos?
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En el Departamento del Cesar esos políticos parecen estar condenados a sobrevivir de lo que suceda en el camino. Apaga incendios le llamo yo. Candidatos con una aspiración, a estas alturas del calendario electoral, cuando hacer parte de la red es casi gratis, siguen sin hacer públicas sus ideas, análisis y hasta contradicciones con sus contrincantes. ¿A quién le están dejando el trabajo? ¿A los medios de comunicación? Están más que equivocados.
Y no es que “la era de la automatización”, como la llama Oppenheimer, nos esté invadiendo en Colombia y menos en Cesar (según Andesco, la cobertura de internet en el país es de 52 % en zonas urbanas y 7 % en rurales). Lo que tiene a muchos preocupados, especialmente a los políticos, como es la masiva interacción de personas entre los 18 y 40 años en redes sociales, no la están utilizando en esta zona. Pregúntenle al gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, el resultado de filtrar conversaciones por dichas redes.
Caso específico en el Cesar: ¿Cuáles son las estrategias de campaña? (ninguno de los candidatos a la Gobernación del Cesar tiene página web activa), ¿Dónde quedó la comunicación estratégica? y además, ¿Quiénes son los candidatos en el departamento y su capital, Valledupar? Esa es la pregunta de muchos ciudadanos, quienes no saben -ni se preocupan por enterarse- cuántos aspirantes buscan el cargo de gobernador o alcalde.
Son más referenciados por errores que por propuestas o acciones; Mello Castro (aspirante a la alcaldía ) y Kaleb Villalobos (a la gobernación), pasan días cruciales por la tala de un árbol y el mensaje en una valla con el dinero de por medio, respectivamente.
Por ejemplo, en Valledupar no hay un candidato, en los últimos 19 años, que haya ganado la alcaldía por nombre o simple descarte: Ciro Pupo habló de tumbar a Electricaribe (¿cuándo?); Rubén ‘Ava’ Carvajal que casas gratis (casas en el aire porque nunca se vieron); Luis Fabián Fernández prometió resultados con seguridad (todavía estamos esperando); Fredys Socarrás Reales anunció la erradicación de las concesiones y mejorar la seguridad (seguramente personal); y ‘Tuto’ Uhía replicó quitar a Electricaribe (ni de los árboles que cortan), además de mejorar seguridad, desempleo, vivienda, movilidad (menos mal no habló de día o fecha).
¿Los candidatos a la Alcaldía de Valledupar que esperan? La lógica de cientos de especialistas, que Ernesto Orozco tocó techo y viene cayendo, cuando la realidad es otra. Es agosto y el tiempo, como el candidato de Por Ti Valledupar, va volando.
La gobernación merece un capítulo aparte, sin embargo es notorio el frío panorama de Claudia Margarita Zuleta Murgas, a quienes sus apoyos y fuerzas políticas (Miguel Durán y Cristian José Moreno) dieron la espalda; Kaleb Villalobos Brochel, quien debía liderar el tema ambiental se dejó llevar de un mercader para ofrecer “más dinero” (nadie se come el cuento y le han dado palo sin pudor); el letrado Jaime Araújo Rentería ni cuenta de Twitter se le conoce; Hugo Vásquez Vargas, es un soñador más; y Luis Alberto Monsalvo Gnecco (de experiencia y estructura sólida), con organización y dinamismo en redes los está dejando en fuera de lugar a todos.
En resumen, las campañas políticas se quedaron en el tiempo. Se olvidaron de encontrar nuevos públicos, esos que denominan millennials y centennials, en todos los canales habilitados por la internet. Ahora, si quieren introducirles un simplemente sentimiento de ciudadano por la patria, eso es dar un paso al fracaso o tirarse a la creciente del Cesar.
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