23 agosto, 2021
La buena noticia para los políticos es que todas estas circunstancias hacen suponer que las campañas electorales que se avecinan serán menos costosas.
Última actualización agosto 23, 2021 a las 06:16 am
El mundo cambió y por ende todo proceso que implique la participación ciudadana como principal factor determinador tendrá que sujetarse a eso, no es otra cosa distinta que adaptarse a las nuevas formas de vida que ha impuesto la pandemia, fenómeno conocido por todos y que no amerita una explicación adicional.
Y como es obvio el mundo político o más exactamente los procesos electorales ya no serán los mismos, de ahora en adelante la forma de conquistar los votos requiere de modificaciones, la realidad actual obliga a replantear las tradicionales estrategias que solían utilizar los candidatos y sus respectivos partidos o sectores políticos para convencer a sus electores.
“Quien cometa menos errores y acierte con el mensaje que quiere transmitir tendrá muchas opciones de triunfar en las próximas elecciones”, afirma José Luís Bustos Reales, reconocido estratega político de Valledupar y la región.
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Esa afirmación resulta preponderante si se tiene en cuenta que las distintas actividades de persuasión del público, la socialización de ideas y propuestas y la promoción misma del perfil de determinado candidato requerirán de la unión y articulación de todos los medios de comunicación, son ellos los que permiten llegar a sectores específicos y al público en general, esto en razón a que el trabajo de campo disminuirá en un alto porcentaje.
Será clave acertar con el manejo de la información dependiendo de la naturaleza del medio de comunicación, no es lo mismo el contenido de los mensajes que se emitirán por las redes sociales frente a los que serán difundidos por la radio, la televisión, medios impresos o por otros alternativos como vallas, pasacalles, afiches, pendones, etcétera.
Al disminuir las posibilidades de contacto directo con las comunidades, ese que en épocas anteriores se lograba a través de las grandes concentraciones de personas o mediante las diversas reuniones diarias, el candidato de turno y sus asesores estarán abocados a planificar de manera rigurosa y meticulosa la labor consistente en hacer visible y familiar el producto en venta, en este caso el aspirante.
Si bien es cierto que el candidato necesita del aval del público en general, también es una verdad de Perogrullo que, en términos del analista Hernando Fragoso, existe una masa crítica que resulta determinante para generar ese fenómeno conocido como la ola política, a partir del cual se fortalece y consolida una candidatura.
Esa “masa crítica” necesita un tratamiento especial y son los medios de comunicación las herramientas indispensables para lograr de ella eso que el periodista Abdel Martínez Pérez llama la deferencia.
Bajo esta perspectiva, las campañas electorales tendrán que replantear la ejecución del presupuesto, los grandes rubros económicos que se utilizaban para trabajos de campo con los líderes cívicos o comunitarios ahora deberán cambiar su destinación y enfocarlos hacia los medios de comunicación, en especial a la radio que es un medio masivo por excelencia.
La buena noticia para los políticos es que todas estas circunstancias hacen suponer que las campañas electorales que se avecinan serán menos costosas, ya no serán necesario esos grandes gastos en logística de campo y porque además la virtualidad permite un buen ahorro de tiempo, transporte, distancia y dinero.
Claro que también merece un capítulo aparte analizar con lupa el comportamiento ético y moral de cada candidato frente al cumplimiento y respeto de las normas y protocolos de bioseguridad, porque un político que viole esto no sería prenda de garantía como defensor del bienestar social de su comunidad.
Es concluyente entonces considerar que en estos momentos sí es verdad que, para efectos electorales, los medios de comunicación son el cuarto poder.
Por Oscar Martínez Ortiz