27 febrero, 2024
Luego de su llegada, el exjefe paramilitar será trasladado al pabellón de extraditables de máxima seguridad de La Picota.
Última actualización febrero 27, 2024 a las 06:36 pm
Después de pasar 15 años, nueve meses y 14 días en Estados Unidos cumpliendo condena por narcotráfico, Salvatore Mancuso, conocido como uno de los líderes más sanguinarios de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), regresó a suelo colombiano. El 27 de febrero de 2024, Mancuso aterrizó en Bogotá procedente de Georgia junto a más de 100 deportados.
El proceso de identificación en el Comando Aéreo de Transporte Militar (Catam) estuvo a cargo de funcionarios de Migración Colombia, donde se llevó a cabo un protocolo especial para el excomandante paramilitar. Posteriormente, agentes de la Dirección de Investigación Criminal (Dijín) realizaron una reseña en la sede de antinarcóticos de Catam, confirmando su identidad mediante la toma de huellas dactilares.
Mancuso expresó su intención de someterse a la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) y continuó sus compromisos con las víctimas. En un comunicado, afirmó: «Vengo a ponerme al servicio de una agenda de paz que permita evitar que Colombia sea una fábrica eterna de víctimas y dolores colectivos». El retorno del hombre de 59 años, sin embargo, no está exento de riesgos procesales debido a la dualidad de jurisdicciones transicionales a las que está sometido.
El Inpec detalló las medidas de seguridad para Mancuso durante su reclusión en la cárcel La Picota. Estas incluyen una celda especial con vigilancia exclusiva, sin contacto con otros reclusos, y guardias capacitados en Estados Unidos. El sitio estará monitoreado las 24 horas mediante cámaras de seguridad para garantizar su integridad y cumplimiento de las normas.
El controvertido regreso de Salvatore Mancuso plantea desafíos jurídicos y abre un nuevo capítulo en el proceso de paz en Colombia, suscitando debates sobre su participación en la reconciliación nacional y la reconciliación con las víctimas del conflicto armado.