21 junio, 2019
Un cura fue puesto tras las rejas en la investigación que se adelanta por la extraña muerte de su diácono.
Última actualización junio 21, 2019 a las 08:58 am
Los hechos se llevaron a cabo en la Ciudad de México, la conmoción del crimen se dio luego de que las autoridades acusaran al padre Francisco del asesinato de su asistente después de ser él mismo quien llevó a cabo la misa en el sepelio del joven de 29 años.
“Qué agarren a la víbora… Que Dios lo perdone, nosotros también, pero que la Justicia haga lo suyo»
Palabras del cura el día en que dieron cristiana sepultura a Leonardo Avendaño.
Según la investigación, el joven fue hasta la parroquia la noche en que murió en busca de un lugar para dormir porque según, un amigo se quedaría en su casa.
Las cámaras de seguridad de la ciudad hicieron un seguimiento del auto de la víctima y comprobaron que, en efecto, estuvo en la parroquia por un lapso cercano a las cuatro horas.
La versión preliminar fue que Leonardo desapareció camino a la casa del sacerdote. Un mensaje de texto de un amigo daba cuenta que se dirigía en esa dirección, pero según el cura, jamás llegó a destino.
La investigación tomó un giro repentino cuando las autoridades dieron con las grabaciones de las cámaras de seguridad. En los videos se comprueba que el joven sí llegó a la iglesia, en donde estuvo por cuatro horas.
Pasadas las tres de la madrugada, las cámaras de seguridad de la ciudad registraron la salida de su coche del edificio y su camino hacia el lugar del hallazgo.
El informe de la justicia incluye un segundo vehículo que, casi de manera simultánea, se dirigió en la misma dirección. Al llegar al sitio, permaneció 13 minutos y se retiró dejando atrás el cadáver del estudiante.
La Fiscalía acusa al sacerdote de asesinar a Leonardo Avendaño ahorcándolo en su auto y dejando su cuerpo cubierto con cobijas y una bolsa.
Será hasta este lunes que se presenten las pruebas en una audiencia para determinar si el padre Francisco fue en realidad el autor del crimen.
Los vecinos y asistentes a la iglesia de la ciudad de Tlalpan, México, han rechazado la captura del padre Francisco asegurando que se trata de una farsa.
«Es todo mentira, tiene que ser todo mentira», dice María al salir de la misa del mediodía. «Rezo para que no involucren al padre en esta situación».
