Por: Carlos Mario Jiménez


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Rolando Ochoa, el ‘cuco’ de la dinastía Díaz

10 marzo, 2021

El acordeonero cerró el capítulo musical con Elder Dayán, pero antes ya había hecho unión con otros hijos de Diomedes Díaz.

ROLANDO OCHOA Y LOS DÍAZ
Rolando ya es conocedor de lo que implica trabajar con los herederos de Diomedes, es un experto en escudriñar sus colores y tonos de voz.


Última actualización marzo 10, 2021 a las 10:07 am

En 1998, Emilio Oviedo abrió el camino en la música para Rolando Ochoa, cuando lo invitó a grabar con Diomedes Dionisio Díaz, hijo del ‘Cacique de La Junta’.

El álbum se llama ‘Mi primera experiencia’, cuenta con el respaldo de la casa Discos Fuentes, permitiendo el debut de ambos jóvenes para el vallenato.

Diomedes Dionisio y Rolando hicieron tres compactos más: ‘Siguiendo los pasos’, ‘Mi vida real’ y ‘Creyendo en lo nuestro’. Buenos éxitos como ‘Mi verdadero amor’, ‘Porque te amo’, ‘Dame un besito’, entre otros.

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Para el 2002, la unión se desintegró no en los mejores términos, pero sí con una gran enseñanza para ambos.

Rolando conoció el estilo ideal para la dinastía, tanto así, que unos años más tarde hizo unión con Rafael Santos, el más reconocido y líder de los hijos de Diomedes hasta esa época.

Grabaron la canción ‘Negro, negrito’, con motivos de carnavales, cumplieron compromisos y generaron expectativa, pero al final la unión no ‘cuajó’ por inconvenientes internos. Rolando no aceptó algunas decisiones de Rafael Santos, ni su trato en algunos escenarios, entonces hizo lo fácil, dijo adiós al proyecto.

Años más tarde, cuando un día estaba en Valledupar sin un cantante fijo, Martín Elías, el hijo menor de Diomedes, buscó a Rolando para que le produjera su primer disco y, además, le tocara el acordeón.

Con el pasar de los días, el hijo de Calixto Ochoa se enamoró de la voz, las ganas del joven cantante y le informó que sería su compañero permanente, es decir, que se unirían para cristalizar un sueño que terminó siendo uno de los más importantes para las nuevas generaciones del género.

Martín Elías y Rolando hicieron en 2007 el primer lanzamiento: ‘Una nueva historia’, luego vinieron ‘Marcando la diferencia’, ‘Cosa de locos’, y ‘El terremoto’. En el momento más importante, crucial y pegados dentro de los fanáticos, Rolando recibió el llamado de Silvestre Dangond, que al final aceptó. Martín entonces se unió a Juancho de la Espriella.

Unos años más tarde se reencontraron, y con Rolando, grabaría sus últimas dos producciones musicales antes de morir, en medio de un accidente de tránsito en abril de 2017, en Sucre.

El llamado a Elder Dayán

Cuando no había ganas de nada, cuando solo pensaba en el retiro de la música vallenato, Rolando Ochoa ‘habló’ con Dios y fue así como aceptó llamar a Elder Dayán para que con su voz liderara la agrupación de Martín Elías.

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Comenzaron a trabajar y grabaron ‘Descontrol’, sin mucho éxito musical. Más adelante hicieron lo que todos esperaban, Rolando produjo ‘El disco que me gusta’ y llegó el éxito con ‘Amantes’, ‘La disputa’ y muchas canciones más. Se consolidó el nombre, los conciertos y el precio aumentó, así se cotizaron para todo un género, tanto así, que fueron los artistas del 2019.

El 3 de marzo de 2021, Rolando anunció la separación de Elder Dayán, sin hablar de muchos detalles, pero definitiva su decisión. El público todavía se pregunta qué pasó, por qué, cuáles fueron los motivos. Las dudas siguen sin ser resueltas por ambos artistas.

Con este hecho, R8 cerró su cuarto ciclo con la dinastía Díaz. Un hecho sin precedente en el vallenato, porque nunca un acordeonero había ni ha grabado con cuatro hijos de un mismo cantante.

Rolando ya es conocedor de lo que implica trabajar con los herederos de Diomedes, es un experto en escudriñar sus colores y tonos de voz, pero es ese talón de Aquiles que no aguanta muchas presiones ni desagravios para con su talento o personalidad.

Esta batalla con Elder Dayán le sirvió mucho para experimentar nuevos sonidos, ampliar su espectro musical y artístico, pero también deja claro que su personalidad está por encima de cualquier éxito.

La historia completa de Rolando