28 noviembre, 2019
El recién posesionado director del Bienestar Familiar estudió Administración Pública en la Escuela Superior de Administración Pública de Bogotá.
Última actualización noviembre 28, 2019 a las 05:51 pm
Luego de un periodo superior a los dos años, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, seccional Cesar, tiene director en propiedad. Se trata de Gabriel Castilla Castillo, quien hace unos días tomó posesión de su cargo y comenzó a hacer un trabajo de reconocimiento interno de la entidad.
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Nació en Valledupar, es el sexto de un hogar de siete hermanos.
Graduado con honores del Colegio Nacional Loperena de Valledupar, su tiempo de estudio lo compartió en jornada opuesta, en apoyo a las actividades económicas de sus padres, aprendiendo la lección de disciplina y esfuerzo.
Por estar entre los mejores bachilleres del país, obtuvo y mantuvo durante toda la carrera la Beca Excelencia Mario Latorre Rueda, que lo ayudó a cursar estudios de Administración Pública en la Escuela Superior de Administración Pública de Bogotá.
Posteriormente, en su gran vocación académica y deseo de conocer diferentes escuelas del país, se especializó en Gerencia de la Salud Pública en la Universidad del Rosario; Economía en la Universidad de los Andes; Gestión del Primer Nivel de Atención en la Universidad Javeriana. Además de diversos estudios cortos en áreas como proyectos de desarrollo, contratación pública, cibernética organizacional, constitución política, empresas familiares, entre otros.
Castilla Castillo fue asesor para alcaldes de municipios del bajo Magdalena, con lo cual definió desde muy temprano su profunda vocación social; asimismo, por concurso de méritos, se ha desempeñado como profesional especializado, director, asesor en la Secretaría de Salud de Bogotá, gerente de tres hospitales de Bogotá, gerente de clínica privada, asesor de planeación en otro hospital, entre otros.
Habiendo obtenido el primer lugar en el concurso de mérito para llegar a la dirección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar Regional Cesar, recibió en Valledupar su nuevo rol confiado en continuar su proceso de aprendizaje y aportar para el beneficio de las poblaciones más necesitadas en el departamento, especialmente niñas, niños y adolescentes.
En su primer encuentro con el grupo de colaboradores de la regional manifestó que su anhelo es contribuir para lograr una sociedad más justa, así como lograr la colaboración, trabajo en equipo dedicado, disciplinado y ético; respeto por la dignidad de los trabajadores, en el entendido de que “no se puede dar de lo que no se tiene”.