28 noviembre, 2019
Jaime Vega se retiró de la agrupación en términos amistosos y todo indica que muy pronto la artista anunciará el nombre de la persona que se hará cargo de la organización musical.
Última actualización noviembre 28, 2019 a las 01:50 pm
El pasado 24 de noviembre Ana del Castillo se quedó sin representante tras la renuncia de Jaime Vega, amigo y compañero que durante un año y cinco meses estuvo detrás del despegue musical de la artista.
Todo apunta a que la renuncia de Vega estuvo motivada al desgaste ocasionado por los constantes escándalos y polémicas que viene protagonizando la cantante en los últimos meses y aunque su fama se catapultó a niveles nunca vistos para una artista del vallenato femenino, el manejo de la artista se volvió un dolor de cabeza que le convenció al ex manager de abandonar el proyecto.
La gota que rebasó la paciencia de Vega llegó el sábado 23 de noviembre. Una fuente reveló en exclusiva a PRIMERA LÍNEA que la artista paró su presentación en la discoteca La Fábrica, donde se llevaba a cabo un mano a mano con Karen Lizarazo, para regañar a su manager delante de unos empresarios, ¿la razón? no le llevaban agua a la tarima.
Este desafortunado incidente considerado por los presentes como una falta de respeto convenció a Vega de renunciar al manejo de la artista al día siguiente.
Una artista con la proyección de Ana del Castillo no puede quedar huérfana en la parte empresarial dentro de una industria con tanta competencia como lo es el vallenato, razón por la que varios nombres suenan para encarrilar y ponerle orden a una organización musical llamada a liderar en el mercado.
A la artista se le ha visto muy cercana a Carlos Bloom, manager de Silvestre, quien se presume estaría brindado una asesoría a la cantante de 20 años y que logró que la artista fuera artista invitada del concierto despedida del Tour Entre Grandes.
El trabajo realizado por Jaime Vega, más allá de los escándalos, no fue malo; lidiar con los continuos escándalos de la artista durante tanto tiempo deja en el joven, y la artista, varias lecciones.
Pero, es innegable que Ana del Castillo necesita un representante con más madurez y experiencia en la industria, sobre todo que tenga más relaciones y despierte en la artista más respeto a su trabajo y colegas de la industria.
Su carrera no pasa por buen momento, más allá del espejismo que otorgan las redes sociales y la acogida de su último sencillo ‘Sabroso’ en las plataformas digitales.
Salvando las comparaciones, Ana del Castillo debería seguir el ejemplo de su colega Karen Lizarazo, quien puso su carrera musical en manos de Diego Toro (exdirectivo de Sony Music).
Un perfil parecido, con suficiente experiencia en la industria, es lo que necesita la cantante, una persona que le permita capitalizar el talento, la fama y hasta la personalidad en pro de su carrera.
Sea cual sea el escogido, los fans y amantes del vallenato, -sobre todo el público femenino y las nuevas generaciones que se identifican con Del Castillo, -esperan que quien tome las riendas de la organización musical cause la suficiente influencia en la artista para que se empiece a hablar más sobre su trabajo que de sus escándalos, que más allá de la fama, ensucian el talento y la proyección de una de las máximas representantes del vallenato femenino de la actualidad.