Por: Equipo Primera Linea


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Por qué el Cesar y La Guajira son territorios fuertes para el ELN y más grupos ilegales

10 febrero, 2020

La zona de frontera es un espacio dominado por las economías ilegales como la del narcotráfico, el contrabando de gasolina y el tráfico de armas y personas.

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Última actualización febrero 10, 2020 a las 06:31 pm

Desde Vichada hasta la Guajira, el informe de la Fundación Paz y Reconciliación reveló cifras de la cruda realidad que viven las zonas fronterizas entre Colombia y Venezuela, y los departamentos involucrados.

En el informe titulado ‘Sin Dios ni ley, un análisis de la situación de seguridad en la frontera colombo-venezolana’, revela cómo funcionan las bandas criminales y guerrillas a lo largo y ancho de los 2.219 kilómetros del territorio que comparten ambos países.

La Guajira comparten cerca de 249 kilómetros de frontera con Venezuela en donde se ven involucrados los municipios de El Molino, San Juan del Cesar, Urumita, Villa Nueva y Fonseca en la Baja Guajira: Hatonuevo, Albania y Barrancas en la Media, y Maicao y Uribia en la Alta Guajira.

En el caso del Cesar, la frontera se achica a 154 kilómetros distribuidos entre los municipios de La Paz, Manaure, Agustín Codazzi, Becerril, La Jagua de Ibirico, Chiriguaná y Curumaní.

Todo este territorio está siendo explotado por el Eln, sobre todo en el paso por la Serranía del Perijá hacia los municipio de la Media y Baja Guajira, así como las facilidades de tránsito que brinda Maicao hacia Venezuela.

Los grupos criminales no solo siguen haciendo presencia en estos puntos, sino que también han fortalecido su posición y estructuras de negocios ilícitos.

En el Cesar la guerrilla hace presencia en Curumaní, Becerril, La Jagua de Ibirico y Chiriguaná, al igual que otros grupos armados como los AGC – Clan del Golfo

Adicionalmente, se encuentran los Conquistadores de la Sierra Nevada de Santa Marta y Conquistadores de La Guajira, los cuales tienen injerencia en los municipios de Albania, Barrancas, Fonseca, El Molino y Villanueva en La Guajira, quienes se vinculan como brazo armado de Los Pachenca, conectando así la Sierra Nevada de Santa Marta con la frontera a través de la Serranía del Perijá.

«También hay grupos de delincuencia trasnacional los cuales tienen control, principalmente, sobre los pasos irregulares ubicados en el área rural del municipio de Maicao. Con relación al departamento del Cesar, en los municipios de frontera se evidencia la presencia de ejércitos privados los cuales funcionan infundiendo temor a la población por medio de acciones violentas tales como amenaza a líderes y limpieza social», señala el informe.

Las economías ilegales que se han formado en el paso fronterizo se basan en el contrabando de gasolina a través de las trochas que controlan los grupos al margen de la ley.

El contrabando de ganado también constituye un problema de seguridad, siendo este transportado desde Venezuela a la Guajira por las trochas principalmente por los municipios de Albania, Hatonuevo, Fonseca en La Guajira.

En el Cesar el contrabando de ganado se da principalmente en los municipios de Agustín Codazzi y Becerril, los cuales posteriormente
son transportados hacia Valledupar y los municipios aledaños.

El ganado proveniente del estado de Zulia es robado en los hatos ganaderos por diferentes grupos delincuenciales.

Los grupos ilegales también hacen el cobro de peajes ilegales y trata de personas con redes de prostitución donde se vinculan a niñas de entre 12 y 17 años.

El informe señala también los municipios donde más desplazamiento forzado realizan los grupos armados, siendo Maicao la localidad donde más se registran.