12 junio, 2019
Arabia Saudíta es uno de los países con el peor respeto de los Derechos Humanos, según algunas ONG.
Última actualización junio 12, 2019 a las 03:37 pm
Murtaja Qureiris acaba de cumplir la mayoría de edad y lleva cuatro años detenido por un crimen que, según sus captores, cometió cuando era un niño de 10 años.
El joven fue capturado cuando tenía 13 años y está siendo acusado de posesión de armas de fuego y de haberse unido a una organización terrorista, cargos que datan de tres años antes de su arresto.
“Hay pocas violaciones más serias al derecho internacional que la ejecución de un niño”, afirmó Maya Foa, directora de Reprieve, uno de los grupos de derechos humanos que siguen el caso.
Foa señala que al solicitar la pena de muerte para Murtaja, “el régimen saudita está haciendo patente su impunidad ante el mundo”.
La noticia dada a conocer por el NYTimes explica que el fiscal a cargo de la acusación pidió la sentencia de muerte para Murtaja Qureiris por participar en las protestas contra el gobierno saudí.
Los cargos en su contra, algunos de tres años anteriores a su arresto, se relacionan con su participación en protestas en contra del gobierno e incluyen la posesión de un arma de fuego y haberse unido a una organización terrorista.
La Organización Europea Saudita para los Derechos Humanos comentó que, durante su detención, el joven estuvo en confinamiento solitario y sin acceso a la libre defensa ni a un abogado hasta que fue obligado a confesar los cargos.
De realizarse el juicio y ser sentenciado a muerte, el joven estaría destinado a morir decapitado, la ejecución más común en Arabia Saudíta.
El gobierno saudí ha dicho en reiteradas oportunidades que la pena de muerte “solo puede ser impuesta en caso de los delitos más graves y está sujeta a los controles más estrictos”, por lo que las organizaciones de derechos humanos denuncian que se solicitan para delitos menores con el fin de castigar a los activistas que desafían las leyes de ese país.
“No debería haber dudas de que las autoridades de Arabia Saudita están dispuestas a llegar hasta donde sea para combatir violentamente a la disidencia de sus propios ciudadanos, lo que incluye recurrir a la pena de muerte para personas que solo eran niños en el momento de su arresto”,
Comentó Lynn Maalouf, directora de investigación de Amnistía Internacional en Medio Oriente.
El joven es miembro de la minoría chiita del país, fue detenido en septiembre de 2014, según la Organización Europea Saudita para los Derechos Humanos, la cual publicó un informe detallado sobre el caso.
El canal estadounidense CNN publicó videos de Murtaja liderando a una multitud de niños durante una protesta en bicicleta en 2011. Para entonces tenía 10 años.
El joven proviene de una familia de activistas en la provincia de Qatif, en la zona de mayoría chiita al este de Arabia Saudita. Su hermano mayor, Ali Qureiris, fue asesinado mientras participaba en una protesta en 2011.
Según la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, por lo menos otros tres jóvenes —Ali al Nimr, Dawood al Marhoon y Abdulla al Zaher—, quienes también eran menores de edad en el momento de sus presuntos delitos, han sido sentenciados a muerte y actualmente están esperando su ejecución.
De acuerdo con un informe de Amnistía Internacional, durante los primeros cinco meses de 2019, las autoridades sauditas han ejecutado al menos a 110 personas.
