Por: Equipo Primera Linea


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Mas música, menos fotos

13 agosto, 2020

El actor y presentador, Aco Pérez, presenta una columna para criticar la actitud de artistas vallenatos durante la pandemia del COVID-19.

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Cabe resaltar que la expectativa se generó cuando PRIMERA LÍNEA filtró la información sobre el desarrollo del Festival Vallenato 2020.


Última actualización agosto 13, 2020 a las 04:46 pm

Estamos en una época donde todo lo exponemos en las redes sociales, proyectando solo lo mejor de nosotros, a veces creando mundos de fantasías donde todo es perfección, felicidad y éxitos, siendo esto tan efímero como lo que demora la foto misma en ser ojeada por el público y ser cambiada para ver la siguiente.

En el folclor vallenato casi todos nuestros artistas, al parecer de manera inequívoca, se quedaron con la creencia que poner más fotos en sus redes es más importante que hacer buena música y esto ha llevado a que la nueva camada de artistas que los admiran, se preocupen más en mostrar en tan poco tiempo una carrera falsamente exitosa que crean ellos cantando en algún matrimonio o cualquier pueblo de teloneros, con más fanfarria y pirotecnia, que el show mismo que hacen, olvidando lo más importante que es hacer buena música, pero eso sí, certificando de manera inmediata su supuesto “éxito” en redes sociales montando fotos parado al lado de una camioneta, con una subida de manga o en su defecto agarrada de cara para mostrar el reloj y si es posible metiéndose la camisa por dentro en la parte delantera solo para mostrar la marca de la correa, como si al hacerlo la hebilla del cinturón fuera la que cantara, la que compusiera o los hiciera tocar mejor el acordeón o como si el llevar esos artículos les certificará el talento que creen tener.

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Esta banalidad está haciendo perder el rumbo a muchos, sobre todo a los nuevos que cuando al compararlos con artistas internacionales con millones de seguidores hay demasiada diferencia, teniendo ambos el mismo objetivo que es hacer música para llenar eventos con su talento, pero aquí al venir de una cultura tan elitista nos preocupamos más por el empaque que por el contenido de las cosas, porque nos han convencido que eso es lo verdaderamente importante.

No cabe lugar a estas comparaciones porque primero son odiosas además de desproporcionadas y segundo, es cierto que nuestro folclor nace de los pueblos, que somos criollos por naturaleza y que nuestros artistas por esa misma descendencia buscan la manera de diferenciarse del público que los idolatra, pero que gran paradoja es ver que los artistas más grandes de nuestro folclor han sido los más humildes aún con su éxito desbordado y un talento que no se discute, son personas que nunca perdieron su esencia, por ejemplo Diomedes Díaz nunca se llenó de marcas para ser quien sigue siendo aún después de muerto o Poncho Zuleta que a día de hoy sigue viajando en el bus con sus músicos y lo ve uno en Valledupar en su camioneta Toyota vieja la cual hace pocos días nos tocó a sus hijos y a mí empujarla porque se quedó varada, pero eso no deja que Poncho Zuleta sea grande entre la grandeza como bien diría el mismo en su ya famosa dialéctica.

Pero el Instagram ha desvirtuado el objetivo de muchos de nuestros artistas vallenatos, donde todos quieren ser celebridades, sea cual sea su oficio dentro de la agrupación musical, teniendo como caso aparte a los manager que con ínfulas se creen muchas veces más artistas que los propios artistas, aun viviendo en la sombra de ellos que son los que le dan de comer y en muchas ocasiones llegando a los extremo creyéndose el propio cantante sobre todo cuando este no está presente, como si el éxito, fama y talento de su representado les estuviese adjudicado también por el solo hecho de trabajar con ellos; pero creo que esto nos pasa a todos con las redes sociales, todos en algún momento nos hemos creído celebridades sin serlo.

Las fotos en redes entonces son las que miden ahora que tan exitoso es una persona, pero en temas musicales olvidan lo verdaderamente importante que es componer o grabar una buena canción, ya que la mayoría que hacen “no aguantan una brisita” como diría alguna vez  el propio Diomedes, pero tal parece que si ese éxito fugaz hace que puedan vestir de marca, mostrar sus camionetas, entonces todo eso habrá valido la pena, sin importar dejar un catálogo de buena música para la historia, quizás por eso muchos están volviendo a grabar los éxitos de antes.

En esta cuarentena se ha visto de todo, al principio había un afán de falsa filantropía mostrando como todos ayudaban al inicio de la pandemia, aquí vuelvo y hago la comparación internacional y esa filantropía en cantantes o artistas de otros países es más discreta que publica, pero claro aquí en nuestra tierra y sobretodo en nuestra región hay una salvedad ya que también es malo si muestras que donas y malo si no, pero aquí al hacerlo te da estatus para decir doné o regalé cosas ya que eso afianza aún más el supuesto éxito que se tiene y mucho mejor si la persona que recibe la donación hace un vídeo agradeciéndolo para montarlo en redes y replicarlo en páginas que se pagan para que se vea lo dadivosos que son; otros en esta cuarentena se han dedicado de manera insulsa y aburrida a crear contenidos con su familia para redes muchas veces haciendo el ridículo y sin tener el talento o gracia para eso, pero en su afán de estar vigente caen en cosas como esas, hay otros que muestran hasta la movida de un catre como coloquialmente se dice solo para que su público no los olvide, otros esperan con ansias hacer algún concierto virtual para no ser menos ya que al hacer uno al parecer les salva su nombre en esta cuarentena, pero hay otros que esperan inteligentemente como un león para atacar en su momento oportuno a su presa mientras que el resto de animales caminan locos y desesperados por la selva en medio de la crisis, pero este cuando salga lo hará con certeza demostrando quien manda en la selva de artistas, diferenciándose de los demás y demostrando que no había que desesperarse haciendo cualquier cosa para no ser olvidado.

El tiempo dirá quién aprovechó esta época para crear buena música y quizás que pase con muchos grupos y artistas después de esta pandemia, quizás cuantos podrán aguantar sus vigencias, cuantos serán olvidados o remplazados, cuántos emergerán, cuántos se reinventarán en otras actividades. Lo que si es cierto que en redes seguirán demostrando ser los número 1, los manager volverán con sus frases poco modestas como “taqueo total”, “apoteósica recibimiento”, “tal ciudad cayo a los pies”, entre otros, pero olvidándose todos que su verdadero oficio que es hacer buena música, perseverar y conservar nuestro folclor, que les sirva este tiempo para alejarse de banalidades dándose cuenta que Lv, Gucci, Rolex o Toyota no cantarán ni tocarán por ellos, ni mucho menos los hará más importante ni mejores personas, porque deben entender que después de todo esto si tienen un don lo que tienen que hacer es más música y tomarse menos fotos.

POR: Aco Pérez