26 mayo, 2020
Gustavo Suárez llevó a Diomedes al corregimiento de Badillo, tierra donde se hizo cantante y también aprendió a trabajar en cultivos de arroz y maíz.
Última actualización mayo 26, 2020 a las 07:45 am
Una agrupación conformada por jóvenes inquietos, campesinos y llenos de ilusiones abrió un espacio para Diomedes Díaz, tanto en la música como en labores del campo que le permitieron aprender a sobrevivir cuando se alejó de sus padres y hermanos.
Desde el corregimiento de La Junta hasta Badillo, entre La Guajira y Cesar, Diomedes siendo un simple trabajador de fincas notaba su gusto por el vallenato, gracias a la herencia de su tío Martín Maestre, quien era líder del grupo conformado con Piyayo (José Eduardo Mendoza Córdoba) y Ricaurte ‘El Kate’ Martínez, en la caja y guacharaca respectivamente.
“Bolívar Urrutia, que vivía en Badillo, fue a Carrizal y se quedó parrandeando en La Junta. Él tocaba acordeón y esa noche amanecieron. Diomedes estaba cogiendo algodón en la finca Veracruz, tierra de los Lacouture, pero también conocía a Gustavo Suárez, a quien le dijo lo llevara a Badillo porque existía una agrupación donde quizás le podían dar un espacio”, contó Idelciro Zabaleta, exmanager y cuñado de Diomedes Díaz.
TE INTERESARÍA LEER: Muertes que marcaron a Diomedes Díaz: su hermanita de ocho años y otras despedidas cambiaron su vida
El que después de varios años se convertiría en el ídolo más grande para el vallenato, fue aceptado en Los Alegres de Badillo, conjunto conformado por Bolívar Urrutia (primo-hermano de Diomedes) y Jesús Vega en el acordeón; Gustavo Suárez como conguero; Gonzalo ‘El Capindo’ Zabaleta; el cantante principal era Idelciro Zabaleta.
“Diomedes era muy tímido y le dábamos la oportunidad para cantar dos canciones que tenía compuestas, después tocaba la guacharaca. Amenizábamos las fiestas en Badillo, Atánquez, Patillal, San Juan, Río Frío, Fundación, Maicao, todas esas partes las recorrimos siendo un grupo parrandero. No teníamos grabación ni nada”, recordó Zabaleta.
El reportorio para cantar en vivo era conformado con canciones de Los Corraleros de Majagual y Calixto Ochoa, que a la vez Diomedes cantó durante su historia musical.
Al final con un acordeón que le regalo Adaulfo Alvarado a Bolívar Urrutia, la agrupación salió adelante y hasta fue con la que años después grabó Diomedes la producción ‘De Frente’, con Elberto ‘Debe’ López.
En Badillo nacieron las primeras canciones hechas por Diomedes Díaz. La primera a una señora llamada Élida y le hizo otra a Gelca, quien entonces era reina del Festival del Fique en Badillo.
Verdaderamente Gelca eres linda
Hablando de flores de la primavera
Del pueblo e Badillo eres preferida
Tal como las flores en primavera
Feliz fue la corona que acarició tu frente
“A Diomedes le gustaba trabajar en Badillo con nosotros, pero no sabía tirar pala ni sembrar el arroz. Le gustaba era pajarear en el maíz”, explicó Idelciro, reconociendo a Yelman Araujo, en las congas, como también Beder Zabaleta, integrantes de Los Alegres de Badillo.
El grupo no hizo una sola grabación en estudio, simplemente tocó música en vivo de pueblo en pueblo.
“Terminamos la primaria en Badillo y nos fuimos a presentar los exámenes para estudiar en el Colegio Loperena de Valledupar. Antonio ‘Toño’ Díaz, que siempre estuvo pendiente de ingresar al conjunto, le hizo los vueltas a Diomedes para que se viniera a estudiar con nosotros pero el cuñado no pasó en el Loperena, ni en el Instpecam, pero ‘Toño’ le consiguió cupo para la escuela Anexa del Instpecam, donde pudo estudiar por la noche. Nosotros estudiábamos de tarde y se encontraba con nosotros en el Loperena. Él vivía en el barrio La Guajira, con una prima, allí se enamoró de Mari la Flaca, ella le daba los zapatos y camisas. De esa casa salió a presentar la canción ‘El hijo agradecido’ en el Festival Vallenato”, afirmó Zabaleta.
Otra gran anécdota fue el respaldo de Geño López, quien le consiguió un puesto de mensajero en la emisora Radio Guatapurí, pero como no sabía manejar bicicleta, salía con ella en la mano, la dejaba guardada en una tienda y se iba a repartir los oficios caminando. Llegaba sudado siempre.
“Prácticamente los pininos parranderos y en la música de Diomedes nacieron en La Junta, Carrizal y Badillo, donde vivía de día y noche en nuestra casa. En ese entonces dormíamos con las puertas sin tranca. Eso sí, cuando había trabajo nos levantaban a las 4:00 de la madrugada”, narró Idelciro, quien le dio posada al Cacique de La Junta en la casa de Doña Vicenta Zabaleta.
Tiempos difíciles vivió Diomedes en Badillo para llegar, primero a los estudios de grabación, y mucho más tarde hasta el estrellato gracias a su magistrales interpretaciones, obras y composiciones. Diomedes, el más grande artista del vallenato.
Diomedes le hizo una canción a sus amigos, a Los Alegres de Badillo.
Un 6 de enero salí pa’ Badillo
Con Gustavo Suárez que me entusiasmó
Porque me dijo que estaba mi primo
Y que estaba tocando bien el acordeón
Cuando llegué a ese pueblo tan bonito
Sentí que mi alma brotaba alegría
Y parrandeando conocí a Capindo, a Chiro su hermano y Antonio Díaz
Y desde entonces somos tres amigos, que nos queremos lo mismo que hermano
En vacaciones ellos van pa’ Badillo y con Bolívar los tres parrandeamos