18 noviembre, 2022
La historia del compositor con Matilde Lina quedó escrita en una canción, sin embargo, la deslealtad terminó una amistad de 20 años.
Última actualización noviembre 18, 2022 a las 06:56 am
El hombre recorre caminos llenos de maldad y de rencores, hasta lastimar las heridas que han dejado viejos amores. Uno de esos amores fue el de Matilde Lina, ese mismo al que Leandro Díaz nunca le alcanzó para quedarse.
Son ‘Dos papeles’ en la vida, como lo dijo el compositor en su canción, “al bueno lo premian con cobre y al malo con mil maravillas’.
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“Si te tengo una novia por ahí se vuelve el amigo traidor porque yo no merezco nada, si tengo una mujer amada otro me la quiere quitar”, es la frase que encajó Leandro tras la inspiración en contra de quien fue su amigo por más de 20 años, pero ese mismo le intentó robar el amor de Matilde Lina.
Precisamente a ellos Leandro les hizo la canción ‘Tres guitarras’, allí relata que cantando en la ventana de una bonita mujer la pasaba feliz. “A medianoche o en un buen amanecer sonaba la guitarra de Brahín. Hugo Araujo lo mismo Juan Calderón alegremente me daban su compañía, mientras cantaba mis hermosas melodías que a mis amigos les daba satisfacción…”.
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Pero Araujo traicionó la confianza de Leandro. Cometió el error de enamorarse del amor más grande y esquivo para el compositor ciego, Matilde Lina.
“Fue una amistad que término de la peor forma, dos amigos que se quisieron como hermanos terminaron mandándose recados a través de canciones”, se lee en algunos de los escritos sobre la enemistad creada entre Leandro y Hugo Araujo, o bien sea, Arango en la novela Leandro que trasmite RCN.
Para Leandro, lo más duro fue escuchar la canción ‘Diosa divina’ que su gran amigo, Hugo Araujo, le hizo a Matilde Lina después de saber que Leandro estaba completamente enamorado de la mujer establecida en El Plan, La Guajira.
“Matilde Lina es la flor que todo mundo la admira, que se robó un corazón, porque es la diosa más linda”, dice un estribillo de la canción grabada por Jorge Oñate con el acordeón de Miguel López, en el LP llamado ‘Diosa Divina’.
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Entonces Leandro no se quedó callado y narró su disgusto en ‘El hombre de malas’, una obra no grabada pero sí cantada por Diomedes Díaz en muchas parrandas.
Al final, Matilde Lina no fue ni para Leandro ni para Hugo Araujo (Arango), porque no escogió el amor de ellos, prefirió hacer su vida fuera y alejada de la música.
