Por: Equipo Primera Linea


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La modestia en un hombre simple

25 octubre, 2021

Mensaje de agradecimiento a Daniel Samper Pizano por su columna en honor a Gustavo Vásquez, reconocido fotógrafo para el vallenato.

MACONDO FAUSTO COTES
Grandes íconos de nuestro folclor vallenato.


Última actualización octubre 25, 2021 a las 06:17 am

Amigo Daniel Samper:

Mis expresiones de cortesía las uso en correspondencias a nuestras edades, pero, aun así, mis respetos, sino cumplen de antemano con los cánones exigidos.

Sobre su tema Macondo en una foto, en donde en narrativa formidable termina haciendo alusión a mi cuñado Gustavo Vásquez, no me ha quedado más alternativa que responder a sus elogiosas expresiones y que hago con el mayor placer cuando se destapa el misterio del cachaco acompañante, refiriéndome a su persona y del fotógrafo del silencio refiriéndome a Gustavo.

Todas las cosas tienen su valor, valor histórico, político, religioso, etc., dependiendo de la orientación que tenga la ventana de tu casa y desde mi casa desde mucho tiempo atrás, solo se divisan vallenatos y más vallenatos como haciendo alusión a una vida de música, arte, poesía y sobre todo dedicada al manejo del afecto con emociones profundas que es lo que convierte a mi provincia en la tierra de todos.

El hombre, el entorno u otras cosas que cambian sin motivo alguno, son indignas para la cultura y el amor y para la vida en términos universales; ya lo decía Escalona: “el ave cambia de nido para buscar un lugar mejor, pero tu cambias de amor sin tener ningún motivo”.

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En este aspecto mi cuñado Gustavo Vásquez, siempre fue el mismo, nunca cambió, siempre se escondió del banco de la fama, tema que nunca buscó y que jamás pensó que una insignificante o insignificantes fotografías, se convirtieran en prototipos comparables como Ud. lo hace, con momentos importantes en la historia aún reciente de la humanidad que nos ampara. Él, siempre fue el mismo, doblegado por la modestia y con el corazón de los hombres sencillos, como lo fue su suegro, el Viejo Poncho Cotes a quien Ud. tuvo la oportunidad de conocer y quizás de disfrutar y a quien Rafael rindió grandes tributos representados en canciones que serán inmortales, pues solo allí está la esencia de nuestra música.

Gustavo, con trípode a la mano plasmó temas de esperanzas en el mundo del folclor y del periodismo en general del momento, que hoy se muestran relevantes para los que amamos las pequeñas cosas. En las pequeñas cosas está la esencia

de la vida y en las pequeñas obras reposa la grandeza humana que el protegió con el silencio del hombre modesto.

Cuando los años se vuelven viejos los designios de Dios nos acechan con más frecuencia y Gustavo así lo sintió, pues mis conversaciones con él así lo manifestaban, pero orgulloso se sentía con solo pensar en morir en esta tierra Vallenata; ya lo decía García Márquez: “Uno no es de donde nace sino de donde tiene un muerto” y aquí tuvo muchos, incluido él. Y aquí en Valledupar reposarán por siempre sus recuerdos en cuyas fotos plasmados nos transportarán por siempre al pasado, para servir de fortín de una música que jamás ha de cambiar en su esencia.

En su escrito me he dado cuenta que su corazón parece que hiciera parte del nuestro, porque nos emocionamos demasiado por las pequeñas cosas y esta afinidad me permite decir que, hemos encontrado en Usted, un eslabón más que nos enlaza con la familiaridad y el afecto.

Ud. como los hombres nobles no tienen ni se dejan poner precio, pero su valor intelectual y humano es incalculable para el periodismo y la sociedad colombiana, por eso su seguro cada día costará más dentro del entorno de los que ponemos valor a las cosas y no nos aprovechamos del precio.

No les tema a los años viejos que para los hombres de lucha constante siempre hay algo por hacer, así la vida no muere nunca.

En representación de mi familia mis sentimientos de gratitud y afecto y en especial de Sarita Vda. de Vásquez e hijos.

Escribo esta nota y lo hago hoy desde …

“Manaure, el sitio de mayor recordación, allá entre cantos y amores nacieron Los tres Monitos,

Fausto, Sarita y Sofía esos tres hijos del alma que Escalona en su nostalgia describió con gran maestría”.

Gustavo será un hombre importante para nuestra historia familiar y regional, gracias por destapar las realidades. No ha poco día tomó camino para más allá del sol, como lo hizo el viejo Poncho en 1993 y como lo haremos todos con el tiempo del destino, pero mientras haya escritores como Ud., nunca tomaran el camino del olvido. Se necesita morir para que otros vivan, lo fregado es tener que recorrer nuevamente las escalas de las especies.

Reciba nuestro cariño.

Fausto Cotes N.