14 agosto, 2019
El escritor Alonso Sánchez Baute, en su columna publicada por la revista Semana, hace un análisis sobre vallenato y machismo, relacionando el crecimiento mundial de J Balvin.
Última actualización agosto 14, 2019 a las 11:57 am
El vallenato, su manera de sostenerse y expandirse a nivel mundial, sigue siendo tema de debate en Colombia. Alonso Sánchez Baute, nacido en Valledupar, publicó su columna en la revista Semana: “Vallenato y machismo”, haciendo referencia al magnifico momento de J Balvin y el futuro incierto del vallenato.
Sánchez Baute destaca que Balvin “comenzó imitando a Daddy Yankee para luego actualizar y modernizar esta música más allá de la cosificación de la mujer. Justo lo contrario de lo que sucede con el vallenato”.
Recalca y manifiesta su inquietud en que “casi 150 años luego de haber iniciado su ascenso nacional, la música vallenata vive hoy de la nostalgia”. En otras palabras, porque los artistas quedaron viviendo de la historia y sin crear nuevos contenidos narrativos para exponerlo fuera de Colombia: “hay también ciertas innovaciones estéticas en las presentaciones, pero en general las letras no trascienden las fronteras porque narran las vivencias y preocupaciones de una región que permaneció físicamente aislada hasta la segunda mitad del siglo XX y lo sigue estando en cuanto a sus inquietudes mundanas”.
“Esa nostalgia está mayormente habitada por miedos y prejuicios, como el racismo y el clasismo. Y por uno peor: es esta una sociedad sospechosamente misógina que entiende a la mujer como objeto sexual, pero le atemoriza lo femenino. Es cierto que hay muchas canciones románticas, pero también que muchas de ellas tratan a la mujer con desprecio o condescendencia machista”, apunta el autor de obras como Leandro.
Y la recomendación “para que un género subsista es actualizándose, adaptándose a lo de hoy. De lo contrario corre el riesgo de convertirse en pieza de museo”.
Como este concepto se ha escuchado los de compositores como Gustavo Gutiérrez Cabello, quien hace muchos años dejó de hacer canciones.
Finalmente, Alonso Sánchez Baute dice que “no se trata de cambiar el pasado -las canciones, las historias de quienes ya murieron- sino de insertar esta música en el mundo revisando el presente social hasta actualizar el presente musical”.
Y el mensaje a la juventud es que “deben alejarse de la estética machista y bucólica (esto es, insertarse en lo urbano) si quieren llegar a Australia y a Tailandia, y las letras deben enviar mensajes acordes con el presente, para que de esta manera evolucione la música y se mantenga. Balvin entendió en el reguetón que había que sintonizarse con la modernidad. La consigna en el vallenato debería ser: reinventarse o morir”.
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