21 junio, 2019
Los bebés robots son la nueva estrategia con la que se espera frenar los embarazos de adolescentes en Colombia.
Última actualización junio 21, 2019 a las 10:11 am
Es precisamente la parte ‘complicada’ de la maternidad la que han utilizado la alcaldía de Caldas junto a otras instituciones públicas y privadas para desarrollar un bebé robots que impacte de forma negativa en las cifras de embarazo adolescentes en la ciudad.
Se trata de un bebé de caucho, idéntico a las muñecas que usan las niñas para jugar, con un software instalado que simula el comportamiento de un bebé humano recién nacido.
La estrategia hace parte del proyecto psicoeducativo que incluye talleres, trabajo familiar y clases de educación sexual que, según los responsables de su ejecución, han logrado buenos resultados en más de 89 países.
«Con esta estrategia logramos disminuir incluso el número total de embarazos adolescentes, impactar fuertemente la cifra»,
Secretario municipal de Salud, Juan Carlos Sánchez.
Una de las jóvenes que fueron parte del experimento asegura que el bebé robots que estuvo bajo su cuidado le hizo tomar consciencia sobre los riesgos de un embarazo adolescente.
«Esta experiencia fue demasiado dura porque ser mamá o papá no es fácil. Es algo, ¡ay no, es horrible, horrible! Además, el bebé no para de llorar y debes estar como siempre al cuidado de él», dice a la AFP Susana Ortegón.
Lo cuidó un fin de semana que le pareció eterno. Los alaridos de su «retoño» también incomodaban a sus papás, con quienes comparte una habitación en Caldas, a media hora de Medellín (noroeste).
Según las autoridades, el método ha resultado útil por cuanto han podido reducir la tasa de embarazos adolescentes en la ciudad de 168 embarazadas en 2017 a 141 para 2018.
Al menos 180 jóvenes de entre 10 y 19 años han recibido los cursos con los bebés robots. Según el DANE, el 20% de los nacimientos registrados en Colombia durante 2018 fueron de madres comprendidas entre estas edades.
El experimento con las adolescentes ha llegado a sacarles lágrimas a las menores de edad que se han sometido a esta especie de terapia anti maternidad.
«Es como tener un hijo de carne y hueso», afirma Susana, con sueño por el insomnio forzado. «Anoche me desesperé tanto que me puse a llorar».
La estrategia también va dirigida a niños y adolescentes varones, tal como es el caso de Miguel Ángel Suárez, quien se hizo del cuidado de su bebé ‘Sofía’ durante un fin de semana completo.
«El embarazo no es solo responsabilidad de las mujeres», afirmó el joven de 17 años, segundos antes de que su «bebé» empezara a llorar. «Esto nos deja una lección».
El programa está dirigido a estudiantes de ambos sexos y no es obligatorio.
Según un estudio publicado en la revista científica The Lancet en 2016, las adolescentes que participan en programas así pueden ser más propensas a quedar embarazadas.
Los investigadores dividieron en dos grupos a casi 3.000 niñas de entre 13 y 15 años en Australia, a quienes siguieron hasta los 20 años. A 1.267 les dieron los «bebés robots» y 1.567 recibieron clases tradicionales de salud.
«Comparadas con las niñas del grupo de control, las niñas enroladas en el programa de Crianza Infantil Virtual (‘bebés robots’) tuvieron mayores tasas de embarazos y abortos», reza el reporte.
El secretario Sánchez reconoce que como «estrategia única» los simuladores no son «suficientes». «Pero de la mano con lo otro que estamos utilizando, la intervención, en nuestro caso, ha sido relativamente exitosa y por eso la continuamos».