30 noviembre, 2019
El rey vallenato falleció a los 78 años en Valledupar, producto de complicaciones que le dejara una isquemia cerebral que complicaron su salud desde 2015.
Última actualización noviembre 30, 2019 a las 06:58 pm
La persistencia fue una virtud inocultable del rey vallenato, Alberto ‘Beto’ Rada. Lo confirmó en el Festival de la Leyenda Vallenata en Valledupar, certamen del que participó 15 veces y solo en la última se alzó con la corona.
Pero en la vida hay múltiples retos, unos se cumplen con talento y otras pasan a ser deudas eternas como la de Beto Rada con su melancolía, que fue acrecentándose con una isquemia cerebral en 2015 y agudizó su vitalidad, alegría, notas y composiciones.
Las letras de Beto Rada quedarán en el recuerdo de sus hijos, amigos y seguidores, pero más del mundo vallenato que queda de luto con la partida del hijo del Rey Vitalicio Francisco ‘Pacho’ Rada.
La salud de Beto Rada se complicó desde la isquemia cerebral, pasó de ser un hombre vigoroso a caminar pausado y con mucho cuidado, así lo demostró aquel 25 de septiembre, cuando me recibió en la sala de su vivienda, ubicada en el barrio Casimiro Maestre, suroccidente de Valledupar.
Lo encontré sin camisa, su habitual sombrero y albarcas. Me pidió unos minutos para ir a su cuarto y ponerse acorde para la entrevista, que fue publicada en EL PILÓN. Me acompañó el reportero gráfico, Joaquín Ramírez, quien era su amigo.
Con su acordeón al pecho, su pinta de juglar se sentó sobre una silla mecedora y comenzó a interpretar una a una sus canciones:
“Ay, la mujer que es celosa piensa no má, solo vive pensando en lo que no es, cuando está rabiosa dice que se va y después se regresa a pelea otra vez (…) la mujer es como el toro es bravo que si usted se descuida y lo friega”
Beto Rada
Esa canción se la grabó Diomedes Díaz en el álbum ‘Experiencias vividas’, titulada ‘La inconforme’.
Inclusive me cantó obras inéditas que tenía guardadas, aunque ya estaba olvidando las letras. Pensó ser compositor a los nueve años y no fue así, solo hasta los 10 lo logró.
Y en medio de la charla apareció la nostalgia, cargada de lágrimas. Cuando comenzó a hablar de María –su esposa-, con quien había llegado a Valledupar hacía 48 años de la región de Ariguaní en el Magdalena, supo que quería darle una mejor educación a sus ocho hijos: cinco hombres y tres mujeres.
La tristeza más grande para Beto Rada surgió al preguntarle qué le hacía falta en su vida y simplemente respondió que la partida de su esposa María, quien todavía estaba viva, lo dejaría con un dolor profundo y difícil de remediar. Ese día, al notar sus lágrimas confirmó que si María se iba de su lado, él también tomaría el mismo destino.
Cuando llegó a los 17 nació su primer hijo. Grabó su primer disco cuando tenía 20 años en Cartagena, con la casa Discos Fuentes. Paso seguido se convirtió en profesional y tres años más tarde concursó en la plaza Alfonso López de Valledupar, ganando la corona en la categoría Semiprofesional.
Esa es ‘Mi historia’, la canción con la que decidió narrar sus 78 años de vida, vividos entre cantos, parrandas, tragos y amigos.
Estudió los estilos de ‘Pacho’ Rada y Luis Enrique Martínez para sacar el suyo. Los Rada son reyes del son, un aire en tono de lamento que hoy se pierde entre las nuevas figuras del vallenato. Los bajos del acordeón marcan su pauta, como también marcaron a este hombre que grabó con intérpretes como Miguel Herrera, Joaco Pertuz, Eliécer Rada, Adaulfo Herrera, entre otros.
En su canto lamenta que su pueblo no haya reconocido su talento. “adiós mi pueblo, adiós mujeres, yo quiero que valore lo que tienen, me tendré que declarar adoptivo del Cesar”, y así es hoy ‘Beto’ Rada, hijo consentido de Valledupar y del folclor en general porque su talento desbordó en escenarios, tarimas y coliseos de todo el mundo.
La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata lamentó el deceso de su más grande participante.
La inconforme – Diomedes Díaz
El mismo de siempre – Silvestre Dangond
Levántate María – Ricardo Maestre