18 noviembre, 2024
Vicky deja el periodismo tras más de tres décadas de trayectoria y busca llegar a la Casa de Nariño como líder independiente.
Última actualización noviembre 18, 2024 a las 11:21 pm
El panorama político colombiano recibió un inesperado giro con el anuncio de Vicky Dávila, quien a través de una carta y un video difundidos en sus redes sociales confirmó su candidatura presidencial para 2026. La reconocida periodista, que durante 33 años ocupó un lugar central en el periodismo de investigación, dejó la dirección de la revista Semana para emprender un camino que promete reconfigurar el mapa político del país.
“Soy una mujer simple que dice lo que piensa y hace lo que dice. Cumplo mi palabra y estoy lista para encarar, una vez más, una nueva etapa de mi vida”, señaló Dávila en su carta de despedida. En ella, hizo un balance de su carrera, destacando investigaciones clave que incomodaron a líderes de todos los sectores. “He sido la voz de millones que tienen mucho que decir, pero no un micrófono para contarlo”, afirmó, subrayando el rol crítico que desempeñó en defensa de la libertad de prensa y la transparencia.
La candidatura presidencial de Vicky Dávila podría contar con el respaldo financiero y político de la poderosa familia Gnecco, conocida por su influencia en el departamento del Cesar y otras regiones del Caribe colombiano. Como esposa de José Amiro Gnecco Martínez, miembro de este influyente clan, Dávila tiene un vínculo directo con una de las dinastías más ricas y con mayor trayectoria en el control político de esta zona del país. Durante décadas, la familia Gnecco ha jugado un rol clave en la política regional, apoyando campañas de alto impacto y consolidando su poder en cargos estratégicos a nivel local y nacional.
Además, la afinidad ideológica de Vicky Dávila con sectores de derecha alimenta las especulaciones sobre el respaldo de otros actores políticos afines a su visión. La periodista ha sido cercana a figuras que defienden posturas conservadoras y que podrían ver en su candidatura una oportunidad para fortalecer su influencia en el escenario nacional. Aunque hasta ahora Dávila ha insistido en construir un movimiento independiente, su relación con la familia Gnecco y su afinidad con la derecha podrían convertirse en piezas clave para garantizar los recursos económicos y el apoyo logístico necesario para impulsar su campaña presidencial en 2026.
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En su misiva, Dávila lanzó críticas al estado actual de la política colombiana, llamando a los ciudadanos a derrotar el miedo y “resetear” el sistema. “Hoy necesitamos un país que, unido, busque oportunidades para todos. No podemos seguir retrocediendo mientras nuestros vecinos avanzan”, afirmó. En este sentido, planteó una visión de liderazgo donde el presidente sea un «empleado de los colombianos», comprometido con las necesidades reales de la población y no con los intereses partidistas.
Dávila confirmó que buscará recolectar firmas para consolidar una candidatura independiente, marcando distancia de los partidos tradicionales. Este anuncio ha causado revuelo, especialmente en el espectro de la centro derecha, donde ya compiten figuras como María Fernanda Cabal, Paloma Valencia y Miguel Uribe. Si bien la senadora Cabal dio la bienvenida a Dávila al debate presidencial, advirtiendo que “el país necesita firmeza y determinación”, otros sectores han expresado reservas sobre su transición del periodismo a la política.
El anuncio de Dávila ha despertado reacciones encontradas. Por un lado, sus seguidores la ven como una figura disruptiva, capaz de liderar un cambio necesario en un país marcado por la polarización. Por otro lado, sus detractores cuestionan su falta de experiencia política y la acusan de aprovechar su posición mediática para construir una imagen electoral.
La periodista, conocida por su estilo directo y sus investigaciones incisivas, también arrastra polémicas por sus enfrentamientos con figuras públicas y sectores políticos, lo que promete convertir su campaña en una de las más controvertidas de los últimos tiempos. Su llegada al partidor presidencial plantea preguntas sobre la capacidad de un outsider para ganarse la confianza de un electorado cansado de los partidos tradicionales, pero también dividido frente a propuestas alternativas.
Con este anuncio, Vicky Dávila no solo deja atrás su carrera periodística, sino que se posiciona como una de las cartas más mediáticas y polémicas de las elecciones de 2026. Su reto será demostrar que su experiencia como reportera puede traducirse en una visión política capaz de liderar un país en crisis. El camino apenas comienza, pero una cosa es clara: su nombre seguirá en el centro del debate nacional, esta vez desde la arena electoral.