30 mayo, 2019
Los investigadores establecieron que la banda criminal delinquía especialmente en Bogotá y en ciudades como Montería, Sincelejo, Barranquilla, Valledupar, así como en Medellín y varias poblaciones del Valle de Aburrá.
Última actualización mayo 30, 2019 a las 03:04 pm
La Fiscalía General de la Nación, por medio del Cuerpo Técnico de Investigación, con apoyo del Ejército Nacional, desarticuló una banda dedicada al hurto de ropa y mercancía en almacenes de cadena ubicados en Cundinamarca, Antioquia y la costa Caribe.
Durante operativos simultáneos de allanamiento y registro adelantados en las citadas regiones fueron capturados con orden judicial 25 presuntos integrantes de la estructura, entre ellos 20 mujeres.
De acuerdo con la investigación estructural en la que fueron asociados unos 600 casos, los delincuentes ingresaban a los almacenes de ropa ubicados en grandes superficies y mientras unos entretenían a empleados y vigilantes, otros empacaban ropa de diferentes tallas y marcas, y las sacaban del establecimiento comercial en bolsas especialmente diseñadas para no ser detectadas por los sistemas de seguridad.
Los elementos hurtados eran vendidos a un precio menor al real en los barrios populares de las ciudades donde se perpetraban los hurtos. Los investigadores establecieron que la banda criminal delinquía especialmente en la capital de la república y en las ciudades de Montería (Córdoba), Sincelejo (Sucre), Barranquilla (Atlántico), Valledupar (Cesar), así como en Medellín y varias poblaciones del Valle de Aburrá.
Varios de los integrantes de esta estructura delincuencial gozan de medidas de aseguramiento ya que con sus engaños para obtener el beneficio de detención domiciliaria, se valían de su condición “en teoría” de madres o padres cabeza de familia con hijos menores de edad que tienen a su cuidado, cuando en la práctica está documentado que realizan sus correrías por diferentes regiones del país, pueden estar varios meses sin estar pendientes del cuidado de sus hijos, dejándolos con familiares o vecinos que conocen el accionar delictivo de los progenitores; es decir trasladan su responsabilidad de padres a terceros para poder delinquir.
“La cadena de engaños e irreverencia a las acciones de la justicia no termina ahí, cuando obtienen el beneficio de la detención domiciliaria, lo hacen con el único objetivo de seguir delinquiendo. Se tiene evidencia de que estando bajo esta medida han sido capturados en flagrancia hurtando mercancía bajo la modalidad de ‘mecheo’ o ‘escapeo’, y que algunas veces sobornan a los servidores que llevan a cabo los actos urgentes para que oculten información de las anotaciones judiciales que tienen en su contra”, dice la Fiscalía en un comunicado oficial.
Muchos de estos actos delictivos están registrados en videos de cámaras de seguridad y mediante interceptaciones telefónicas, de donde se obtuvo información valiosa que permitió establecer el modo de operar de esta red delincuencial a nivel nacional. Se determinó que las mercancías preferidas para el hurto son los productos de aseo personal, carnes, enlatados, licores y ropa en general.
A los procesados se les imputarán cargos por los delitos concierto para delinquir, hurto calificado y receptación.
Durante la primera fase investigativa de esta operación denominada Caribe, adelantada a finales del año 2017, el CTI capturó a otros 12 miembros de la organización, entre ellos el entonces jefe Manuel Francisco Montalvo Solórzano, alias el Costeño.
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