16 mayo, 2024
El equipo que llegó de Barrancabermeja no copó las expectativas en la tabla de posiciones para ingresar a los cuadrangulares finales.
Última actualización mayo 16, 2024 a las 11:52 am
La ilusión del fútbol nació cuando en Valledupar se escuchó sobre la llegada de un equipo profesional de la primera división del fútbol colombiano, que a la postre fue una realidad para alegría de los aficionados. Al final quedó a medias porque a nivel de resultados no hubo éxito.
Fue Alianza F.C. esa escuadra que llegó procedente de Barrancabermeja, donde se llamaba Alianza Petrolera. La gestión de un grupo político liderado por el alcalde de Valledupar, Ernesto Orozco, y la gobernadora Elvia Milena Sanjuán, guiados por el representante Ape Cuello, se estableció la plaza donde el Estadio Armando Maestre Pavajeau volvió a tener emociones del fútbol, luego de la partida de Valledupar F.C., onceno de la segunda división.
Las directivas de Alianza FC advirtieron que la llegada a la capital del Cesar era porque “no sintieron el apoyo de los gobiernos locales”, así que “no podíamos seguir manteniendo un proyecto con nuestros recursos”, expresó el presidente Carlos Ferreira, en entrevista con W Radio.
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Entre reuniones privadas y conversaciones largas, llegó la propuesta a manos de Carlos Ferreira, en Valledupar le presentaron un proyecto de cuatro años atractivo. En la mesa quedó firmado un convenio entre el Instituto de Deportes Inder Valledupar y Alianza F.C. por $3.600 millones, que le dio garantías para traer al entonces cuadro dirigido por César Torres, quien a la postre terminó despedido del proyecto.
Volvió la alegría al Armando Maestre
Luego de un año sin goles, cánticos ni la emoción del juego, el fútbol regresó al estadio Armando Maestre, esta vez con un nuevo equipo, Alianza Fútbol Club.
“Tenemos un equipo de la A”, manifestaban los aficionados, las largas filas y la multitud se tomaron las entradas del estadio municipal y hasta establecimientos comerciales en busca de la indumentaria y de una entrada para no perderse el debut frente al Deportivo Cali, donde empataron tres por tres y se vivió una fiesta en las tribunas. Esto solo era una muestra de la desilusión que vendría meses más tarde.
El conjunto vallenato recibía el apoyo de los aficionados jornada tras jornada, pero Alianza no reaccionaba y los malos resultados en el torneo local no mermaban. Las cosas cambiaron y se calmaron con la noticia de que Alianza jugaría la Copa Sudamericana en Valledupar luego de ganarse un cupo a la fase de grupos tras derrotar a América de Cali, en choque desarrollado en el Estadio Metropolitano de Barranquilla.
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No cambió mucho el desarrollo del plantel. En el torneo local no respondía y en Sudamericana tampoco dio ‘chicle’. Sin posibilidades en la Liga Betplay y arrancó el sueño internacional que se vio interrumpido por Unión la Calera quien le propinó la primera derrota en casa. De ahí en adelante alcanzó un punto frente a Cruzeiro en Brasil, con una noche histórica para Emerson Batalla; luego cayó ante Universidad Católica de Ecuador y por último Cruzeiro le cerró cualquier posibilidad al someterlo en el Armando Maestre.
El semestre terminó bajo la sombra de la última posición del torneo local y de cerca está la tabla de descenso. Además, Eliminado en la Copa Sudamericana.
Despidos y progreso de jugadores
Sherman Cárdenas y Michael Rangel fueron los jugadores que Alianza trajo a Valledupar para darle alguna expectativa a la afición, sin embargo, terminaron despedidos en las últimas horas al no cumplir con el propósito de gestionar y hacer goles.
Destacado el semestre para Emerson Batalla, quien se espera regrese a Talleres de Córdoba, en Argentina, el cual es dueño de su pase. Lo mismo para la defensa liderada por Pedro Franco, la línea de volantes con Rubén Manjarrez, Mayer Gil y Royser Colpas.
Ahora se cerrará la página, pero el técnico Hubert Bother tendrá tiempo para recomponer el camino y estructurar un equipo, de la mano con directivos, con el objetivo de que en Valledupar haya alegrías con el fútbol profesional.
