22 mayo, 2019
La joven cantante pasa por un buen momento dentro de la música vallenata, gracias a la canción ‘Ya es mío’, donde invitó a tocar el acordeón al rey vallenato, Omar Geles. El vídeo tiene más de tres millones de reproducciones en YouTube.
Última actualización mayo 22, 2019 a las 03:53 pm
Dicen que las comparaciones no son para nadie gustosas, pero a Ana del Castillo no le resta, ni mucho menos le molesta, cuando la relacionan con el nombre de Diomedes Díaz.
En las redes sociales, la joven cantante de música vallenata, de solo 20 años de edad, es para muchos la “reencarnación” en versión mujer del artista más grande para la música vallenata en toda su historia: ‘El Cacique de La Junta’.
“Ana Del Castillo es la reencarnación de Diomedes Díaz… No tengo pruebas pero tampoco dudas”, escribió una seguidora en su cuenta de Twitter.
“Ana del Castillo es la versión mujer de Diomedes Díaz”, manifestó otra cibernauta.
Del Castillo, la misma que protagonizó a comienzos de año un accidente de tránsito que la llevó a la Unidad de Cuidados Intensivos, que ha estado en boca de todo el mundo por aceptar consumir drogas el día del siniestro y quien abiertamente le declaró su enemistad a su colega Karen Lizarazo, se vanagloria aceptándose como una remembranza de Diomedes.
El símil entre la intérprete de ‘Ya es mío’ y el dueño de ‘Sin medir distancia’, es porque según algunos seguidores su manera de hablar, comportarse, actuar y hasta resaltar en el género, es parecida a la del segundo.
Ana no esconde lo que es y actualmente su vocabulario es más castizo. “Yo habló sin pelos en la lengua”; “a mí la lengua me llega de aquí a Manaure”; “para llegar es helicóptero o en chalupa”; han sido frases dichas por la joven en distintos diálogos. En sus redes sociales es más abierta y hasta habla de “jopo” o “mierdero”.
En una reciente entrevista que entregó Ana a Noticias Uno, le preguntaron su opinión sobre la comparación con Diomedes, ella respondió: “chévere que me comparen a mí con Diomedes”, relató en medio del diálogo.
Lo que no ha imaginado ni mucho menos analizado Ana del Castillo es que la comparan con el Diomedes Díaz de la última generación y no con el callado, pulcro, refinado y hasta servicial, así como explicó el acordeonero Gonzalo Arturo ‘El Cocha’ Molina a PRIMERA LÍNEA.
En su juventud, dice Molina, Diomedes fue un artista “finísimo hasta para hablar, callado y muy prudente, al que le gustaba relacionarse con buenas personalidades para salir adelante”.
Otra característica de ‘El Cacique’ era “su sencillez ligada a la manera de escoger a sus amigos”.
Ese Diomedes cambió una vez pagó la condena de 32 meses de prisión por el homicidio de la joven Doris Adriana Niño, en ocurridos en Bogotá. En esa estancia en la prisión, que lo llevó a convertirse en prófugo por varios años, el ídolo de las multitudes rompió relaciones con la mayoría de sus amigos, familiares y su entorno musical. Después llegó el regreso a los escenarios, así apareció el Diomedes grosero, se salía de la ropa con sus seguidores, la prensa y hasta sus colegas. El mismo que dejó de importarle si cantaba borracho o no llegaba al concierto; en sí, el Diomedes más palabras que canto.
El nombre de Ana del Castillo hoy corre por distintos escenarios, predominan escándalos o comentarios fuera de tonos, aunque su canción ya suena muy bien en bares, emisoras, estancos, discotecas y redes sociales.
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