26 mayo, 2023
Este Diomedes criollo fue también un guerrero, pero del canto, batalló contra la pobreza, la discriminación, la fama y los vicios, pero este último enemigo, le dio en el talón como al mítico Aquiles.
Última actualización mayo 26, 2023 a las 07:42 am
Hoy el firmamento del folclor estuviera encendiendo la estrella número 66 alrededor del astro más resplandeciente de la galaxia vallenata, el que brillaba con luz propia pero que el nebuloso destino le alineó en su camino, falsos planetas que lo eclipsaron para siempre.
Huérfano quedó el folclor de una constelación talentosa que solo Diomedes Díaz Maestre podía orbitar, tenía un talento brotado de la misma aridez económica de una familia, tal como los suelos de su Guajira, en donde los cactus hincaban sus descalzos pies y el sol ardiente besaba una piel divorciada del vestido, como si quisieran madurar el coraje de un alma infantil.
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El vientre de Elvira Maestre en un día como hoy, tal vez sentirá las contracciones de la nostalgia, un dolor tan diferente a aquel que sintió una madrugada del 26 de mayo de 1957, cuando sus pujos entregarían al mundo, un fenómeno al que llamarían Diomedes, sin saber que, emulaban el nombre de un valiente guerrero de Troya, donde indomable y valeroso fue protagonista de grandes pasajes de la guerra que cantó Homero.
Este Diomedes criollo fue también un guerrero, pero del canto, batalló contra la pobreza, la discriminación, la fama y los vicios, pero este último enemigo, le dio en el talón como al mítico Aquiles.
El 26 de mayo le quitó protagonismo a los restantes días del mes desde que vio la luz de la fama este artista vallenato, la fecha se convirtió en efemérides de la peregrinación alrededor de un ídolo que se forjó con música. Diomedes, arrodilló al poderoso imperio de la casa disquera a la que perteneció, la multinacional Sony Music, que antes se llamó CBS.
Los condicionó a que su disco tenía que salir en la fecha de su cumpleaños, era un día en el que los renglones de la economía se disparaban en Valledupar y sus alrededores, vuelos extras, vehículos por tierra atestaban a Valledupar, las licorerías nadaban en ríos de ganancias bajo la creciente de aguardiente y wiski, los empresarios de bailes armaban un concierto que agotaba las entradas, las camisetas de Maicao se agotaban, los murales no dejaban espacio a los políticos, en fin, era un mundo esquizofrénicamente folclórico.
En esta fecha se dio origen a las caravanas de bicicletas, motos y vehículos, los que serpenteaban las calles de Valledupar con el alarido de la sirena de un carro de bomberos que no lograba apagar el grito delirante que sofocaba el alma de los fanáticos. Era un Diomedes sin exclusividades radiales, le daba lo mismo una llama Olímpica que un mechón y visitaba las emisoras sin distingo, era, en síntesis, un ídolo criollo que disparaba en cada palabra una enseñanza con sabiduría popular.
Diomedes Díaz, fue un hombre de suerte, de cada percance salía airoso, hasta que la suerte disfrazada de ‘Dalila’ le arrancó los cabellos de la inmunidad. Mientras pudo se le escapó a la candela, le atribuían las siete vidas del gato, hasta que la noche cómplice de aquel 22 de diciembre de 2013 le dañó el despertador y lo dejó durmiendo el sueño de la eternidad. Hasta ahí pudo cantar este pasaje de su obra: “Pero me acompañó la suerte, y ella al fin se quedó conmigo”.
Los momentos de placer de ‘El Cacique’ fueron inversamente proporcionales a los ratos en los que la vida le pasó comparendos disciplinarios, para indicarle que los extremos en las celebraciones no eran buenos y que en efecto, la balanza terminaba equiparando la felicidad y las penas.
Un poco más de tres décadas duró este artista en el plano folclórico, tuvo momentos en los que le tocó ‘bailar con la más fea’, pero en tales ocasiones su ave fénix se levantó y siguió su aleteo, cuando muchos creían ver definitivamente sus plumas en las cenizas.
Los incidentes físicos y sociales por los que pasó, comenzaron desde los inicio de su carrera, cuando le tocó sufrir en carne propia la partida de su tío Martín Maestre, años después, la muerte no le entregó ‘tiquete’ en el fatídico viaje en el que murieron tres de sus compañeros de grupo, Juancho Rois, Rangel Torres y Eudes Granados.
Luego el caso de Doris Adriana Niño que lo mantuvo prófugo y después preso, la enfermedad del Guillan Barré, operación corazón abierto, accidente de tránsito, fueron algunos de los episodios que no pudieron vencer su terquedad, amalgamada con las malas compañías.
En fin, Diomedes, fue un personaje con suerte, y hoy, hasta después de muerto, esa estrella se la sigue trasmitiendo a los seguidores que continúan disfrutando de su catálogo musical, y a quienes, a través de números cabalísticos de sus fechas de nacimiento, fallecimiento o los de su tumba les hace ganar chances y loterías, a tal punto que las casas apostadoras han prohibido o limitan estas apuestas.
Pasarán muchos años para que esta fecha pase desapercibida, aún existen diomedistas pura sangre que evocan el rugir de los motores del ‘Nene’ Moto y los decibeles de los equipos de sonido o pick up como: El Gran Rady o el Gran Tamacá, los voladores en casa de Joaquín Guillén que aún sigue estando ahí, y la mano suave de Orlando Nieves que con su inyección mágica le curaba sus dolores.
Hoy es un día para recordar ese mítico ser, nacido en la finca Carrizal ubicada entre La Junta y Curazao, aquel muchacho que en principio lo arropaba la timidez, la que después tuvo que ceder ante la fuerza de su carisma y el cargamento de talento que, en avalancha brotaba la mente y garganta de “El Cacique de La Junta’.
Este será otro 26 de mayo sin los voladores de ‘El Cacique’, desde que se ancló la nave que sorteó los mares más tormentosos, sin un disco nuevo, pero que aún sigue incólume en el corazón de sus seguidores su inmenso catálogo, incluyendo el último trabajo que hizo disminuido físicamente, pero con la grandeza que lo caracterizó.
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El corazón valiente y resistente de su mamá, Elvira Maestre, Mamá Vila sigue ni los laureles a orillas del río Cesar, tambalea, pero no cae y sabe que el alma de ¨Mede’ sigue en su aposento agarrada de la virgen del Carmen, para seguir atrayendo a la gente a su casa, como si cada visita fuera una transfusión que dinamiza ese corazón blindado para el dolor.
Hoy desde temprano, este 26 de mayo su tumba renueva sus flores; la radio ecualizará su voz, y la casa materna como su pueblo Carrizal, recibirán una romería en donde por ratos se sentirá la sensación de estar en una ‘Torre de Babel’ ante la presencia de muchos extranjeros de todas las lenguas que, llegan a conocer parte de ese mito, y a desentrañar de ese vientre que lo trajo al mundo, toda esa parte de la historia que muchos no conocen.
POR: WILLIAM ROSADO RINCONES (QEPD)