10 abril, 2024
La lucha por justicia continúa mientras se honra la memoria de un defensor incansable de Valledupar.
Última actualización abril 10, 2024 a las 07:28 pm
Este miércoles marcó un año desde el trágico asesinato de Alfonso Hernando Medina, líder social de 68 años en Valledupar, un acontecimiento que conmocionó a la ciudad y dejó un vacío en la comunidad por su dedicación y servicio durante más de dos décadas. Medina, reconocido por su incansable labor como presidente de la Junta de Acción Comunal en el barrio Villa Jaidith, fue asesinado a sangre fría por delincuentes armados en su propia residencia, en un acto que dejó consternación y repudio en el tejido social vallenato.
La muerte de Medina, conocido por su compromiso con la seguridad y el bienestar de su comunidad, parece estar vinculada a sus valientes denuncias sobre problemas locales, incluyendo la inseguridad y el microtráfico. Se cree que el día de su asesinato, Medina había expuesto un presunto caso de corrupción local, lo que desencadenó su trágico final.
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En respuesta a este crimen atroz, las autoridades ofrecieron una recompensa sustancial por información que condujera al arresto de los responsables. Quince días después del asesinato, la captura de Yerson Andrés Ramírez Morales, de 38 años, proporcionó cierto alivio a la comunidad, aunque el dolor y la impunidad persisten.
Al recordar a Medina en el primer aniversario de su fallecimiento, su colega Mayerli Camelo Oñate destacó su dedicación incansable y su papel fundamental en el desarrollo de proyectos para el bienestar de la ciudadanía. El homenaje realizado en el parque de Villa Jaidith reunió a amigos, familiares y miembros de la comunidad para rendir tributo a su legado y reiterar la exigencia de justicia.
Sin embargo, la falta de avances significativos en la investigación y enjuiciamiento de los responsables ha dejado un amargo sabor entre aquellos que siguen luchando por un Valledupar más seguro y justo. La impunidad que rodea la muerte de Medina es un recordatorio doloroso de los desafíos que enfrentan los defensores de los derechos humanos y la justicia social en Colombia, donde las amenazas y la violencia continúan siendo una realidad para quienes alzan la voz contra la injusticia.