5 septiembre, 2024
El feminicidio ha generado conmoción y una condena contra la violencia de género, tras el cruel asesinato de la atleta olímpica en Kenia.
Última actualización septiembre 5, 2024 a las 05:49 pm
La maratonista ugandesa Rebecca Cheptegei, reconocida por su destacada participación en los Juegos Olímpicos de París 2024, perdió la vida este martes en una tragedia que ha conmocionado al mundo del deporte y ha desatado una ola de indignación. Cheptegei falleció en el Moi Teaching and Referral Hospital de Eldoret, Kenia, tras haber sido brutalmente atacada por su pareja, Dickson Ndiema Marangach, en un hecho de violencia doméstica que terminó con quemaduras que cubrían el 80% de su cuerpo.
El feminicidio ocurrió en el condado keniano de Trans Nzoia, cuando Cheptegei regresaba a casa con sus dos hijas, de 12 y 13 años, después de asistir a la iglesia. Marangach irrumpió en el hogar y, en un acto premeditado, la roció con gasolina y le prendió fuego, dejándola gravemente herida. A pesar de los esfuerzos del gobierno keniano por trasladar a la atleta a Nairobi para recibir atención médica especializada, el estado crítico de la deportista impidió su recuperación.
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La trágica muerte de Cheptegei ha puesto en el centro del debate la violencia de género en el ámbito deportivo, y organizaciones de derechos humanos y deportivas no han tardado en expresar su repudio. Tanto la Federación de Atletismo de Uganda como el Comité Olímpico de Uganda han emitido comunicados condenando enérgicamente el feminicidio y exigiendo justicia para la atleta, cuya carrera representaba un orgullo para su país.
Cheptegei, quien fue una fuente de sustento económico para su familia, deja a sus dos hijas en una situación de incertidumbre. Las jóvenes dependían del apoyo financiero de su madre, cuyas victorias en el mundo del deporte aseguraban su educación y bienestar. La comunidad deportiva de Uganda ha expresado su pesar por la pérdida de una de sus más brillantes estrellas, y al mismo tiempo, ha subrayado la necesidad de erradicar la violencia doméstica y proteger a las mujeres, especialmente en contextos vulnerables.
El atacante, Dickson Ndiema Marangach, también resultó con quemaduras durante el incidente y está siendo tratado en el mismo hospital donde falleció Cheptegei. Su detención y procesamiento han sido solicitados por diversos colectivos que exigen justicia y medidas contundentes para prevenir futuros casos de violencia contra las mujeres en Kenia y Uganda.
Este feminicidio no solo destaca la alarmante realidad de la violencia de género en el ámbito deportivo, sino que también recuerda casos recientes que han sacudido a la comunidad atlética en Kenia, donde otras mujeres deportistas han sido víctimas de agresiones similares.
