Silvestre Dangond y el “desahogo” rojo en el Parque de la Leyenda que lo dejan en la cúspide del vallenato 

Última actualización noviembre 11, 2023 a las 09:53 am

Al Parque de la Leyenda Vallenata no se le miente. Y no porque tenga un parlante para expresarse, solo con sentir su aura por la euforia desatada por el público en el interior de las gradas, hay la manera de medir el éxito. 

Y Silvestre Dangond es un inquilino de lujo en el templo del vallenato. Fue el artista que abrió la barrera entre la duda y el dar el salto. La noche del viernes 10 de noviembre no fue inferior a su primer reto. 

A pesar de que el cantante nacido en Urumita, La Guajira, dijo que solo era un “desahogo” para reencontrarse con el público, luego de un retiro momentáneo, con el pretexto de presentar su nuevo álbum ‘Ta’ malo’. 

De rojo las luces, el escenario y, lo más importante, del público latían miles de palpitaciones esperando al más grande de las últimas dos décadas, dueño de una generación de seguidores bautizados ‘silvestristas’. 

Más de tres horas cantando 

Silvestre está acostumbrado a cantar por largas horas. Le gusta hacerlo. Para esta ocasión se subió a la tarima Colacho Mendoza sobre las 11:00 de la noche y terminó su show a eso de las 2:30 de la madrugada. 

No repitió una sola canción. Primero fue ‘Coño qué pasó’ y la última ‘Bacano’. También hubo espacio para el amor, los despechados, el vallenato tradicional con un homenaje a Gustavo Gutiérrez y la locura con el pase del poder. 

Otra gran escena de esa película silvestrista fue la aparición de Peter Manjarrés. Ellos dos marcan una generación que desde 2002 se convirtió en la referente para el público y músicos. 

Con Peter, Silvestre cantó ‘La pareja del momento’ y ‘Paseo en Concordia’, asimismo recordaron momentos de esos mano a mano que hicieron la diferencia en la música. 

Hubo cambio de vestuario en tres ocasiones, apariciones en las gradas, abrazos con seguidores y muchos episodios más, que son solo un abrebocas porque la fiesta continúa este sábado, en el mismo escenario, a la misma hora, pero con diferentes protagonistas.