17 diciembre, 2024
La Novena de Navidad es una costumbre católica de Colombia que se celebra anualmente en los nueve días anteriores a la Navidad.
Última actualización diciembre 17, 2024 a las 11:13 am
Villancico introductorio
Las novenas de cada día se recomiendan iniciar con un villancico, con el objetivo de dar comienzo con canto y gozo, antes de realizar las oraciones siguientes. Nanita Nana, Los Peces en el Río, Zagalillos del Valle y Salve reina, son algunos de los villancicos más entonados.
Oración para todos los días
Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que, hecho hombre en las entrañas de una Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio.
Yo, en nombre de todos los mortales,te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.
En retorno de él te ofrecemos la pobreza, humildad y demás virtudes de tu Hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con total desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. (3 veces)
Lectura de la palabra de Dios, segundo día
La Familia, testigo de la esperanza
De la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios
Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de su corazón para que comprendan cuál es la esperanza a la que los llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos. Palabra de Dios.
El papa Francisco dice:
“Un matrimonio que experimente la fuerza del amor, sabe que ese amor está llamado a sanar las heridas de los abandonados, a instaurar la cultura del encuentro, a luchar por la justicia. Dios ha confiado a la familia el proyecto de hacer “doméstico el mundo”, para que todos lleguen a sentir a cada ser humano como un hermano. Con el testimonio, y también con la palabra, las familias hablan de Jesús a los demás, transmiten la fe, despiertan el deseo de Dios, y muestran la belleza del Evangelio y del estilo de vida que nos propone. Así, los matrimonios cristianos pintan el gris del espacio público llenándolo del color de la fraternidad, de la sensibilidad social, de la defensa de los frágiles, de la fe luminosa, de la esperanza activa. Su fecundidad se amplía y se traduce en miles de maneras de hacer presente el amor de Dios en la sociedad” (Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Laetitia (la alegría del amor), nn., 183-184.
Hecho de vida, signo de esperanza
Álvaro y María Teresa vivieron en la esperanza de cambiar el mundo por amor. Álvaro Durán y María Teresa Velasco se casaron el 21 de octubre de 1961, desde entonces la familia fue su proyecto esencial de vida. Llegaron 5 hijos y después 9 nietos, 2 hijas y 3 hijos políticos. A mediados de los años 80´s vivieron el tercer Encuentro Matrimonial en Cali, experiencia que cambió sus vidas. Se dedicaron a esta misión hasta el ocaso de sus días: buscando renovar la forma de llegar a más parejas en su entorno. Inicialmente, muchas puertas se cerraron hasta que, con toda su fuerza y entregados al Señor, lo lograron y en la precariedad de las historias de vida que encontraron, llevaron la esperanza de cambiar el mundo por amor, hasta su muerte antes de cumplir los 60 años de vida matrimonial.
Gozos
Dulce Jesús mío, mi niño adorado
¡Ven a nuestras almas!
¡Ven no tardes tanto!
Oración a la Santísima Virgen María
Soberana María, que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, merecisteis que todo un Dios te escogiese por madre suya. Te suplicamos que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena, para el nacimiento espiritual de tu adorado Hijo.
¡Oh, dulcísima Madre! Comunícanos algo del profundo recogimiento y divina ternura con que le guardaste, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
Dios te salve, María.
Oración a San José
¡Oh Santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias damos a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza.
Te rogamos, por el amor que tuviste al Divino Niño, que nos abraces en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veamos y le gocemos en el cielo.
Amén.
Oración al Niño Jesús
Acuérdate, ¡oh, dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente. “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”.
Llenos de confianza en Ti, oh Jesús, que eres la misma verdad, venimos a presentarte toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos de tu encarnación y de tu infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto.
Nos entregamos a Ti, ¡!oh Niño omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que, en virtud de tu divina promesa, acogerás y responderás favorablemente nuestra súplica. Amén.
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Villancico de cierre