14 octubre, 2025
El reconocido especialista fue asesinado durante una reunión familiar en Barrancas. Su esposa e hijos aún esperan que el responsable pague por el crimen.
Última actualización octubre 14, 2025 a las 06:14 am
Este 13 de octubre se cumplió un año del fallecimiento del médico Ricardo Rafael Rodríguez Brochero, especialista en fertilidad, quien perdió la vida trágicamente durante una reunión familiar en el municipio de Barrancas, al sur de La Guajira. Su esposa y sus dos hijos mantienen viva su memoria, al tiempo que reclaman justicia para que el responsable del crimen enfrente una condena en prisión.
Rodríguez Brochero fue asesinado el 13 de octubre de 2024, presuntamente por su primo Nilson José Solano Brochero, de 38 años. Según las investigaciones, en medio de un forcejeo y bajo los efectos del alcohol, el señalado habría accionado un arma de fuego tipo pistola nueve milímetros, impactando al médico en el tórax y causándole la muerte de manera inmediata.
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Aunque el presunto homicida fue capturado poco después del hecho, actualmente se encuentra bajo detención domiciliaria, luego de que el Juzgado Segundo Penal del Circuito con Función de Conocimiento de San Juan del Cesar revocara la medida de aseguramiento en centro carcelario, decisión que la familia considera una injusticia.
En medio del dolor, su hija Luna Margarita Rodríguez compartió un sentido mensaje en redes sociales, recordando al hombre que marcó su vida:
“Un día como hoy, hace un año, la vida me cambió completamente. Hace un año te fuiste sin viaje de vuelta. Todavía en mi mente está la imagen de tu cara con tus ojos cerrados, y me costaba entender que más nunca los abrirías… Un año pidiéndote que me ayudes con Dios a resolver cada uno de mis problemas.”
A lo largo del mensaje, la joven expresó la profunda ausencia que dejó su padre y el anhelo constante de justicia. “Pasa el tiempo y el dolor sigue intacto… nunca nadie entenderá cómo mi vida ha sido desde aquel día”, escribió junto a un carrusel de fotos en las que recordó momentos compartidos con él.
A un año del crimen, el caso sigue siendo un símbolo de impunidad e indignación para su familia, que insiste en que el responsable debe responder ante la justicia por la vida del médico que dedicó su carrera a ayudar a otros a formar la suya.