9 noviembre, 2020
Al primer mandatario de la ciudad le critican su falta de olfato para armar un buen gabinete, algo que se nota en su administración.
Última actualización noviembre 9, 2020 a las 08:41 pm
Desde su llegada a la Alcaldía de Valledupar, Mello Castro González mostró que su primer año de trabajo serviría para organizar la casa, acompañado de un gabinete sin mucha experiencia en lo público y débil a la hora de tomar decisiones.
La victoria del exdiputado del Cesar daba luces a la ciudad de salir de hechos repudiables de su antecesor, Augusto Ramírez ‘Tuto’ Uhía, como la corrupción en los programas ‘Cultura Ciudadana’ y ‘La Familia es lo Primero’, también el despilfarro en la renovación de la plaza Alfonso López o en proyectos como La Casa en el Aire, entre otros.
Mello Castro se mostró como el candidato de una alternativa joven que podía y pudo derrotar a la maquinaria dirigida por el representante a la Cámara, Alfredo Ape Cuello y que estaba en manos de ‘Tuto’ Uhía.
Pasado un año de ese épico triunfo, Mello Castro González no pasa sus mejores días frente al Palacio Municipal. En una ejecución casi nula de proyectos propios, graves problemas para mantener la seguridad y críticas durante el manejo de la pandemia por el COVID-19, el mandatario se ve obligado a hacer cambios rápidamente dentro de su equipo de trabajo, así lo conoció PRIMERA LÍNEA.
Mello Castro conformó un gabinete sin muchas presiones políticas. Claro que pagó favores de campaña, en sectoriales tipo Tránsito, Talento Humano y hasta Obras, así como en Fonvisocial. Del resto, son cartas suyas, estudiadas desde su óptica pero que poco han dado el fruto esperado, tal es el caso del secretario de Hacienda, Carlos Alfonso Araújo Castro.
Ahora, se espera que en los próximos días se anuncie la salida de secretarios como el ingeniero Civil, Roberto Daza Guerrero, a quien no le va bien en Tránsito; otro cambio sería el de Margaret Arzuaga Mendoza, quien es ingeniera Industrial y fue su asistente durante la campaña pero llegó a liderar la Secretaría General, donde su perfil no es cómodo; se escucha fuerte el relevo en Salud, Lina De Armas es blanco de críticas por su gestión ante la COVID-19 y, además, el manejo que ha dado como funcionaria pública; lo mismo sucede en Obras, allí María Raiza Fuentes no ha cumplido con las expectativas propias de una secretaría de Obras para el arranque de gobierno; y otro relevo seguro es en el Área Metropolitana, que actualmente está en manos de Antonio Junieles. La oficina de Comunicaciones entraría al paquete de cambios por Mello Castro.
Un primer año para pagar ‘favores’ políticos, que sin duda le dejan un vacío inmenso a la gestión de quien se consideraba un alcalde dinámico por su juventud para trabajar por todos los rincones de Valledupar, abierto al público en obras de gran impacto, y cercano a los medios de comunicación, pero hasta el momento no hay evidencias ni comentarios a su favor.
Por ahora, el contenido político en la Alcaldía de Valledupar se revuelve y parece que las fichas siguen sin encajar en la partida, que, para muchos, es obligación comiencen a encajar en el gobierno de Mello Castro González.