8 septiembre, 2020
Las máscarillas se convirtieron en el elemento más usado para prevenir la Covid-19, pero ¿qué tan buenas son para evitar el contagio? Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, el uso de la mascarilla de por sí no garantiza que una persona esté protegida de contagios por Covid-19. Incluso la OMS recomienda a los […]
Última actualización septiembre 8, 2020 a las 01:27 pm
Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, el uso de la mascarilla de por sí no garantiza que una persona esté protegida de contagios por Covid-19.
Incluso la OMS recomienda a los gobiernos que «fomenten el uso de la mascarillas higiénicas de tela por la población general en áreas donde la transmisión sea generalizada, en áreas donde haya una capacidad limitada para aplicar medidas de control y, especialmente, en entornos donde no sea posible mantener una distancia física de al menos un metro, como en medios de transporte público, tiendas u otros lugares cerrados o concurridos».
En la actualidad existen distintos tipos de tapabocas, respiradores y mascarillas.
Son las más utilizadas por el personal de salud. Su eficacia radica en que ayuda a los portadores del virus a no esparcir gotas grandes o salpicaduras de fluidos corporales al ambiente.
Las mascarillas quirúrgicas no protegen contra los aerosoles y no son una protección suficiente cuando están en contacto directo con el COVID-19 durante los procedimientos que generan aerosoles.
Para efectos de la población en general, el uso de mascarillas quirúrgicas es igual que efectivo que el uso de respiradores con la mascarilla N95 siempre que se cumpla con las medidas de distanciamiento físico y mantener las manos desinfectadas.
La OMS aún no encuentra evidencia científica que demuestre una mayor o menor eficacia en la prevención entre el uso de las mascarillas quirúrgicas y las N95 en la población.
Las mascarillas N95 filtran al menos 95% de las partículas, así como las FFP filtran al menos 94%. Este tipo de respiradores es el recomendado por la OMS para el personal salud.
Mascarillas autofiltrantes (también conocidas como mascarillas autofiltrantes de protección respiratoria – FFP) con diferentes niveles de desempeño, como FFP2, FFP3, N95, N99: están diseñadas específicamente para el personal sanitario que atiende a pacientes de COVID-19 en entornos y áreas donde se llevan a cabo procedimientos generadores de aerosoles. A los trabajadores sanitarios se les debe realizar una prueba de ajuste antes de que utilicen una mascarilla autofiltrante para asegurarse de que lleven la talla correcta.
OMS
Primero pongamos en contexto la necesidad, la fabricación y el uso de las mascarillas de tela en todo el mundo y cuáles son los parámetros que las hacen segura contra el contagio del virus de la Covid-19.
Con la llegada del SARS-CoV-2,, la salud de las personas no es la única afectada por el coronavirus. La economía en muchos países del mundo están o ya entraron en una fase de cuidados intensivos que obliga a los gobiernos a permitir que sectores de la economía sigan en funcionamientos a pesar de los riesgos de contagios que conllevan.
Mientras tanto el Banco Mundial ya advirtió que la pandemia de covid-19 causará la mayor crisis económica mundial conocida desde 1870 y amenaza con provocar un aumento drástico en los niveles de pobreza en todo el mundo.
Con empresas paralizadas o trabajando bajo restricciones, la tasa de desempleo aumenta y una de las oportunidades de emprendimiento que surgen en la población es la fabricación de mascarillas artesanales para el uso del público en general.
Para que un tapabocas brinde protección y sirva como instrumento de prevención contra la Covid-19 es necesario que sea capaz de filtrar el 70% de las partículas sólidas, gotículas de saliva y permitir una resistencia máxima de inhalación de 2.4 mbar (milibar, una unidad de medida de la presión) y de exhalación de 3 mbar. En líneas generales, el porcentaje de filtración de los tapabocas de tela varía entre 0,7% y 60%.
Esto según la Asociación de Estandarización Francesa (Grupo AFNOR, por sus siglas en inglés) desarrolló un criterio para las mascarillas no-médicas, basado en su desempeño en términos de filtración y transpirabilidad (capacidad para respirar a través del material).
Las mascarillas de tela deben tener, al igual que las quirúrgicas, ciertas características que permitan su uso como factor de prevención y contagio contra el coronavirus, como por ejemplo tener tres capas:
Además de eso también hay que tener en cuenta que:
Sobre este último, la OMS afirma que existe un factor de calidad de filtro que llamado Factor Q. Entre mayor sea el valor sea el Factor Q, más alta será la capacidad de protección del material.
En la siguiente tabla se detalla la efectividad de los materiales a la hora de utilizar para la fabricación de tapabocas no médicos o artesanales. Expertos consideran que 3 es el mínimo factor Q recomendado.
Protege | Material | Fuente | Estructura | Filtración inicial % | Factor Q |
SI | Prolipolineo | Material adquirido | No tejido | 6 | 16,9 |
SI | Algodón 1 | Ropa (franela) | Hilado | 5 | 5,5 |
SI | Algodón 2 | Ropa (franela) | Tejido | 21 | 7,6 |
SI | Algodón 3 | Ropa (sueter) | Tejido | 26 | 7,4 |
SI | Poliester | Ropa | Tejido | 17 | 6.8 |
SI | Celulosa | Pañuelo papel | No tejido | 20 | 5,1 |
SI | Celulosa | Toalla de papel | No tejido | 10 | 4,3 |
NO | Seda | Servilleta | Hilado | 4 | 2,8 |
NO | Algodón o gasa | No se menciona | Hilado | 0,7 | 0,47 |
NO | Tela de pañuelo | No se menciona | Hilado | 1,1 | 0,48 |
NO | Nylon | Ropa (licras de ejercicio) | Hilado | 23 | 0,4 |
El gobierno colombiano emitió una guía con lineamientos mínimos para la elaboración de tapabocas de uso no médico donde especifica los índices de calidad, tamaño y el proceso de fabricación adecuado y que puedes descargar aquí.