29 mayo, 2019
La decisión de la Procuraduría fue comunicada en una carta firmada por Maribel Luz Bolívar dirigida al abogado de Carlos Prasca.
Última actualización mayo 29, 2019 a las 08:56 am
Tras ser suspendido por tres meses mientras se realizaba una investigación por presuntos acoso sexual, Carlos Prasca regresará al cargo de rector de la Universidad del Atlántico por decisión del Ministerio Público.
La Procuraduría General de la Nación revocó la medida de suspensión en una carta firmada por Maribel Luz Bolívar y enviada a Mauricio Téllez, abogado de Prasca.
El rector asumirá su envestidura como máxima autoridad de la Universidad del Atlántico desde este mismo miércoles.
La suspensión, por tres meses, fue impuesta por el Ministerio Público el pasado 02 de marzo en un comunicado en el que indicó que la medida cautelar se requiere “para llevar a cabo una investigación integral al interior del alma mater”, ya que la permanencia de Prasca en el claustro universitario “podría obstaculizar” el curso de la investigación.
El Ministerio Público tiene en su poder los chats que circularon en las redes sociales, además de audios y fotografías en los que Prasca sostenía conversaciones con una mujer en donde pedía favores sexuales a cambio de beneficios académicos.
El rector denunció que estaba siendo víctima de chantajes y que las fotos que se dieron a conocer son producto de un hackeo a su cuenta de Facebook y un montaje para perjudicar su buena moral.
Antes de ocupar nuevamente su oficina, Prasca deberá pasar por la Procuraduría para ser notificado de forma oficial y entonces sí regresar a su cargo en la Uniatlántico.
“Con toda seguridad debo empezar a enterarme del estado de la universidad, escuchar a los que han estado al frente y comenzar a solucionar problemas”, aseguró.
Los estudiantes expresaron que insistirán en su llamado al Consejo Superior de la Universidad y a la Procuraduría mismapara que se haga efectivo el retiro de Carlos Prasca de la rectoría de Uniatlántico. Consideran que su presencia allí va a repercutir de forma negativa en la institucionalidad y gobernabilidad del centro educativo.