13 septiembre, 2019
José María Ballesteros y su padre, el exsenador Jorge Ballesteros, les pidieron a los contratistas $200 millones para agilizar el desembolso del dinero estipulado en el contrato.
Última actualización septiembre 13, 2019 a las 09:04 am
La Corte Suprema de Justicia anunció en primera instancia un fallo condenatorio contra el exgobernador de La Guajira José María Ballesteros por irregularidades en un contrato por $17.584 millones para investigar en dengue en este departamento.
El contrato suscrito en 2014 fue firmado con la Organización Latinoamericana para el Fortalecimiento de la Investigación en Salud Olfis, quienes a juicio de los entes de control no contaba con la experiencia ni capacidad técnica de ejecutar el objeto del concierto suscrito.
Ballesteros fue hallado responsable de los delitos de contrato sin el cumplimiento de requisitos legales, peculado por apropiación a favor de terceros y concusión, por los cuales el Tribunal Superior de Bogotá le dictó medida de aseguramiento intramural en octubre de 2017.
En la investigación se encontró que en el marco del contrato hubo pagos millonarios por caja menor sin soportes, disminución del personal a contratar para obtener mayores ganancias, giros anticipados que no estaban establecidos en el contrato, no entrega de extractos bancarios a la interventoría y el no pago a la entidad que realizaba esta función.
Julio Ospino, fiscal delegado ante la Corte Suprema, reveló al Tribunal Superior de Bogotá que Ballesteros y su padre, el exsenador Jorge Ballesteros, les pidieron a los contratistas $200 millones en medio del desarrollo del contrato.
«Entre junio y octubre de 2014, Ballesteros hizo un acuerdo con su padre y solicitó dinero a los gestores del proyecto a cambio de apoyo con el contrato. En una cita con Jorge Ballesteros, en la Casa de Gobierno de La Guajira, los gestores dijeron que el exsenador les preguntó: ‘¿cómo vamos?, ¿cuál es la ganancia?'», indicó el fiscal Ospino.
En la investigación también se comprobó que se realizaron contratos maquillados y nóminas paralelas para maximizar las ganancias por parte de Olfis.
«Ballesteros actuó en forma sesgada, no publicó oportunamente el convenio en el Secop sino un año después de suscrito. (…) Es coautor de peculado porque permitió que el contratista se apoderara de dineros del Estado», aseguró.