Por: Karelis Rodríguez González


Mis redes




Comparte esta noticia

Mamá, esto no es un regalo

10 mayo, 2025

Te amamos y te abrazamos mamá, mami, “mama”.

dc472ff0-2876-47b5-ad5b-f7bb6b2cc74c


Última actualización mayo 10, 2025 a las 07:31 pm

Hoy quiero darte los abrazos puntuales que nadie te dio, esos que se necesitan pero que no se piden porque creemos que para solicitarlos no hay justificación, pero que necesarios siempre son.

Mamá, yo no sabía que necesitabas tanto un abrazo, pero en mi defensa puedo decir que algunas veces, en medio de ni siquiera saber del poder y significado de un abrazo, lo hice y hoy entiendo lo sanador que eso es.

Te abrazo por las veces que sentiste miedo, con mi nacimiento (soy la segunda hija) sé que se sumaron temores a tu vida y nunca te detuviste, seguiste adelante, esperando en esta segunda oportunidad ser abrazada.

Te abrazo específicamente por los momentos en que te dolía… si, hoy sé que un hijo duele, mi mamá tuvo tres, que al día de hoy le siguen doliendo, porque este es un rol eterno, así que este segundo abrazo va por todas esas veces que te causó dolor una situación de salud o de no podernos dar lo que, en nuestra inocencia, queríamos y que no sabíamos que realmente no necesitábamos. 

Te abrazo mamá por todo a cuanto renunciaste, fue tu decisión propia poner a tus hijos siempre por encima, incluso de tus sueños, y eso hoy nos permite ser quienes somos, de tu boca nunca ha salido un reproche por elegir estar en casa con nosotros cuando tu capacidad e inteligencia te habrían permitido lograr todo cuanto personalmente te propusieras, sin embargo, hoy puedo decir que ¡lo lograste! Tienes título de MADRE con todos los honores.

Mami mis brazos no alcanzan para arropar tus luchas, ni las inseguridades que pudo generar ver que tu cuerpo cambiaba y no sabías si nuevamente lo ibas a lograr, ni las lágrimas que pudiste haber derramado por pensar si una u otra cosa sería correcta para nosotros o estaría bien hacerlo a tu manera, mi abrazo no alcanza a arropar tu impotencia de madre cuando algo nos aqueja (porque aún sucede), pero igual yo te abrazo.

Te abrazo por las veces que me has abrazado con oraciones, ellas han hecho que mi camino sea seguro, te abrazo por todas las veces que te costó corregirme para que no me perdiera en el camino, abrazo tu capacidad de amarme y no alcanzo a abrazarla toda, abrazo la dicha de tenerte conmigo, en esta etapa de mi vida donde también soy mamá y he podido entender que todas tus preocupaciones necesitan más abrazos de parte de tus hijos.

Madre mía, Carolina María, mis abrazos no son el regalo, son el reconocimiento a tu labor incansable e invaluable, a la tarea que un día emprendiste y que, con amor, no has abandonado, ¡te amo mamá! Y quiero abrazarte doblemente porque si un día sentiste que tus fuerzas iban mermando buscaste a Dios como fuente para seguirnos amando.

Te amamos y te abrazamos mamá, mami, “mama”.