23 marzo, 2019
El no marcar posición de género es una crítica común y de eco estrepitoso en los seguidores. Los talentos abundan, pero en las grabaciones el público no reacciona de la misma manera que en perfiles de redes sociales. ¿No se identifican con sus estilos?
Última actualización marzo 23, 2019 a las 12:07 pm
Una brecha, no de tipo social, sino de estilos es lo percibido en el vallenato cuando se habla de la interpretación que vienen haciendo las mujeres dentro del género. ¡Nadie se identifica con eso! Es la consigna más repetida hacia los distintos talentos que hasta ahora no han podido generar un solo éxito musical.
El escenario se resume a dos exponentes, el debut de Adriana Lucía (El Carito, Santa Cruz de Lorica, Córdoba), que en 1997 sorprendió al público con su álbum ‘Enamórate como yo’ quien le agrega a la historia del vallenato femenino otra página del libro que empezó a escribir Patricia Teherán (Cartagena, Bolívar), que falleció en un accidente de tránsito en 1995.
De las actuales intérpretes ninguna tiene vínculo con una compañía o sello disquero. Con éxito y sin éxito, una forma clara para definir lo que pasa actualmente. La gloria está, para ellas, en las redes sociales, mientras el fracaso tempranero se asoma en las ventanas de la radio, prensa y televisión, escenarios importantes si se quiere ser visible en la industria musical.
Actualmente hay nombres referenciados por sectores específicos como:
Sin embargo, para el director de la emisora Cacica Stereo en Valledupar, Korak Pérez Villamizar, el vallenato femenino “llegó hasta Patricia Teherán y Adriana Lucía”, explicando que “uno no sabe si les falta ponerle el sentimiento de mujeres; hoy cantan como hombres”.
El no marcar posición es una crítica común y de eco estrepitoso: en la era de Patricia y Adriana Lucía, las letras grabadas y mostradas en vivo fueron canciones adaptadas por los compositores para el canto de una mujer.
Ejemplo de ello es ‘Tarde lo conocí’ de Omar Geles, grabada en el disco ‘Con aroma de mujer’ (1994): “yo no me imaginé que en usted iba a encontrar, ese tipo de hombre que quería yo…”, el éxito más sonado de Patricia.
O ‘Enamórate como yo’, autoría de Wilfran Castillo (álbum que lleva el mismo nombre): “hace algún tiempo te noto raro, sé que hoy vas a decirme ya no te amo, no tienes que decirme nada ya yo pude entenderlo y ya yo estoy acostumbrada a ver sangrar mi pecho…”
Ellas marcaron su estilo desde esas composiciones, atendiendo a un mercado que está ahí, a la espera de la próxima mujer que sea capaz de cantarle a los hombres.
Tal como lo aduce Pérez, quien rescata a Karen Lizarazo porque “gusta, pero no tiene éxitos radiales y saca sus presentaciones adelante con covers”, aunque seguido desestima lo que siempre aducen las mujeres y es la falta de apoyo: “y no es por grabaciones, porque todas han tenido, pero no les suena la flauta en la radio. Creería que les tocará tomar un rumbo a la música popular”, adujo Korak Pérez en dialogo con PRIMERA LÍNEA.
Según Peter Manjarrés, ganador de dos Grammy Latino, las nuevas generaciones “están en una zona de confort, cantando la música de otros”, así lo manifestó en entrevista con EL PILÓN, afirmaciones corroboradas con el repertorio interpretado por las mujeres en conciertos.
En su mayoría cantan éxitos ya reconocidos como ‘La gustadera’ (Binomio de Oro), ‘Amor del papel’ y ‘Tarde lo conocí’ (Patricia Teherán), ‘Mañanitas de invierno’ (Hermanos Zuleta), ‘Así no es ella’ (Beto Zabaleta), ‘No pude quitarte las espinas’ (Erick Escobar), ‘Esos ojos negros’ (Diomedes Díaz), entre otros.
Manjarrés argumentó que el dinero no es sinónimo de trascendencia: “muchos se quejan que graban y no los suenan en radio; cuando hay un éxito natural la radio simplemente lo pone (…) Si no los suenan comienzan a buscar pretextos que deben dar plata; hay que hacer su historia”, y agregó que “cuando veo las redes y noto principalmente las mujeres, que cantan música de otro y pueden quedar como los mariachis”.
No hay una canción consolidada actualmente en el vallenato (grabada sin colaboraciones) por una integrante del género femenino. Hace más de dos décadas que el vacío se siente.
Diferente a lo que sucede en los campos del ritmo popular con Paola Jara (Murió el amor) y Arelys Henao (No podemos callar), sumamente ranqueadas a nivel nacional e internacional.
Desde el punto de análisis de seguidores, especialmente en Instagram, juntas no acumulan el millón de seguidores. Esto contrasta con los intérpretes hombres que están en su mismo nivel como Diego Daza, Luis Ángel Díaz, Álex Martínez, Orlando Liñán, quienes fácilmente las superan.
En Instagram la que más apoyo tiene es Ana del Castillo, por delante de Karen Lizarazo, luego viene Brenda Arrieta; Carolina Celedón, Diana y Jadith Muegues.
Para ellas, la radio tiene un panorama mucho más complicado y se hace lejano con el tiempo, con excepción de Ana del Castillo, invitada por Iván Villazón a cantar un estribillo en una estrofa de la canción ‘Pero qué va’, que actualmente rota en las emisoras de la costa Caribe, el centro e interior de Colombia.
Uno de los que se ha mostrado crítico con el género femenino es el locutor Jesús Montes, quien señala que las mujeres se desviaron del estilo y la manera de interpretar el vallenato.
“Lo de Karen Lizarazo no es un fenómeno, tiene un buen show, pero creo que debió aprovechar el espacio que le dieron en el tour de Silvestre Dangond para posicionar su nombre y hacer un éxito; ha hecho tres intentos y no pasó nada. El último éxito femenino es ‘Una hoja en blanco’ de Esmeralda con Omar Geles, y en la actualidad lo que hizo Ana del Castillo con Iván Villazón que suena muy bien, aunque no es de ella sola”, sostuvo Montes.
Caso contrario al concepto del también locutor, Álvaro Negrete, de la emisora Olímpica Stereo en Valledupar.
“Es claro que hay una tendencia de ver en un escenario a una mujer cantando y bien, conservando ese lado femenino que en su momento lo dejó muy bien marcando Patricia Teherán. Hablar de este tema es tener en cuenta que hay mujeres que se están destacando de una manera especial, nombres como Karen Lizarazo, quien para mí, siempre se convierte en una sorpresa musical en cada presentación que realiza. También es bueno nombrar a Ana del Castillo, quien recientemente y convirtiéndose en un gran impacto musical; ella combina muy bien su canto, con su belleza y carisma, se da muy bien al público que acompaña sus presentaciones. Otro nombre que suena en el ámbito del vallenato femenino es Carolina Celedón, ella empezó mostrando su talento a través de redes sociales y ha ido paso a paso”, dice Negrete.
Y terminó enviando una recomendación: “Es bueno que estas mujeres y otras que faltan por nombrar tengan más compromiso al momento de grabar una canción, de promocionarla y proyectarla, así de tal manera que podamos decir que una mujer tiene un éxito a nivel nacional”.
¿Pasan por una moda o no son conscientes de que hacer una buena producción discográfica las impulsaría al éxito? es la incógnita de muchos conocedores del movimiento musical más escuchado en Colombia, según la Encuesta de Consumo Cultural, que se realiza cada dos años por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y el Ministerio de Cultura.
La más joven actualmente de las mujeres con proyección (19 años). Es hija del reconocido médico especialista en cirugía y miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía, Manuel José Del Castillo Amarís. Nació en Valledupar, pero sus raíces musicales son de San Juan del Cesar, La Guajira.
En grabaciones tiene ‘Mosaico Patricia Teherán’ y ‘Esos ojos negros’, además de la reciente colaboración en la que fue invitada por Iván Villazón, ‘Pero qué va’.
Es un fenómeno desde hace dos años. Tiene el perfil y el show para liderar a las mujeres, que tanto espacio piden en la radio y prensa nacional.
Natural de Aguachica, Cesar, abogada egresada de la Universidad Pontificia Bolivariana, de Bucaramanga, Santander. El año anterior lanzó varios sencillos como ‘Donde más me duele’ y ‘Yo no sé’.
Administradora de empresas turísticas y hoteleras. Nació en Maicao, La Guajira. Actualmente cursa estudios de Derecho en la Universidad Popular del Cesar.
Sus inicios fueron con el Grupo Origen en Valledupar, conformado por solo mujeres en el escenario. A nivel de grabaciones tiene la canción ‘Del ahogao al sombrero’, en 2017 tipo acústico.
Natural de Villanueva, La Guajira, oriunda de una familia de músicos como Daniel y Jorge Celedón, fue corista primera voz de Junior Santiago, Iván Ovalle, Orlando Acosta.
Tiene varias grabaciones, entre ellas ‘Si no me miran tus ojos’, ‘Te juro que no’, un compacto de clásicos llamado ‘Acústico’, ‘El enamorao’ y el más reciente es ‘Tú eres pa’ mí’.
Es la reina de las cantantes vallenatas del Primer Festival Vallenato Femenino. Debutó en las grabaciones en 2005 con dos canciones. Cuatro años más tarde entregó su primera producción, denominada ‘Doy todo’.
En 2015 presentó un segundo disco, ‘Amor y Magia’. Es hija del compositor Wiston Mugues y es microbióloga de profesión.
Se presentó a la industria musical en 2018 con el álbum que lleva su mismo nombre. Grabó ocho canciones de su autoría y una más de Freddy Molina, ‘Los novios’.
Es nacida en Bucaramanga. Ganó el Festival Vallenato Femenino de Mujeres, Evafe, en la categoría de Canción Inédita con ‘Viejo amor del Valle’ (2016).
Actualmente estudia en la Pontificia Universidad Javeriana Música con énfasis en Composición Comercial y Composición Erudita. Es la primera mujer acordeonera y cantante nominada al premio Grammy Latino en la categoría Vallenato/Cumbia.
