13 junio, 2024
El nuevo contralor enfrentará desafíos significativos. Fortalecer confianza en las Instituciones, uno de los principales desafíos.
Última actualización junio 13, 2024 a las 01:57 pm
En horas de la noche del 12 de junio, en el Congreso, el abogado valluno Carlos Hernán Rodríguez Becerra, con 265 votos, fue elegido para ocupar el cargo de Contralor General de la República, al que volverá para completar lo que resta del período 2022-2026. En su regreso a la Contraloría, Rodríguez Becerra enfrentará múltiples desafíos en un contexto de creciente desconfianza en las instituciones y la necesidad de una gestión pública más eficiente y transparente.
Al aceptar su elección, Rodríguez Becerra requirió el acompañamiento del Congreso, del Gobierno nacional, los gobiernos territoriales y la ciudadanía en el ejercicio de la labor que asume. “Esta Contraloría debe ser un bastión de la institucionalidad”, subrayó. Insistió, además, en que ejercerá su cargo con total independencia y dijo que es necesario trabajar incansablemente para luchar contra todas las formas de corrupción, sin sesgos políticos. Este compromiso con la independencia y la transparencia será crucial para restaurar la confianza en la Contraloría y en las instituciones públicas en general.
Uno de los retos principales es la lucha contra la corrupción. Rodríguez Becerra deberá continuar con el empeño al que la Contraloría ha dedicado grandes esfuerzos. En 2019, por ejemplo, fue creada la Dirección de Información, Análisis y Reacción Inmediata (Diari), una dirección del órgano de control dotada de tecnología avanzada para el ejercicio de vigilancia fiscal. Esta dirección utiliza analítica de datos para apoyar las alertas tempranas y evitar la pérdida de recursos públicos. La efectividad de estas herramientas y su integración en las operaciones diarias de la Contraloría serán fundamentales para el éxito de su gestión.
El profesor de planta del departamento de Ciencia Política de la Universidad Javeriana, Humberto Librado, señala tres grandes retos que debe asumir Rodríguez Becerra. En primer lugar, la articulación con las contralorías territoriales es esencial. Las actividades de acompañamiento y auditoría deben considerar estos diferentes niveles para que no se actúe de forma aislada frente a la revisión de los procesos de contratación en el país, especialmente en los aspectos que involucran a los territorios. Esto contribuirá al fortalecimiento de la eficiencia del gasto público.
En segundo lugar, el relacionamiento con la Procuraduría General de la Nación es crucial. Las acciones de estas dos entidades deben estar coordinadas para que, además de los hallazgos fiscales, se adelanten las investigaciones y sanciones disciplinarias pertinentes. Un mejor relacionamiento fortalecerá las acciones contra la corrupción en el país.
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Por último, Librado cree que Rodríguez Becerra tiene la responsabilidad de fortalecer la confianza en las instituciones en un ambiente en el que los ciudadanos perciben fuertes condiciones de corrupción endémica. La construcción de confianza no solo depende de la efectividad de la Contraloría en sus acciones, sino también en la comunicación efectiva con los ciudadanos y su respuesta ante sus solicitudes y quejas. Esta interacción con la ciudadanía es vital para que los esfuerzos de la Contraloría sean percibidos como legítimos y efectivos.
Otros expertos coinciden en señalar que Rodríguez Becerra también deberá abordar varios ‘elefantes blancos’, proyectos inconclusos o ineficientes que representan un uso inadecuado de los recursos públicos. Estos proyectos son fundamentales en su nueva labor al frente de la Contraloría y requieren una supervisión y evaluación rigurosas para asegurar que se alineen con los objetivos de eficiencia y transparencia.
En resumen, Carlos Hernán Rodríguez Becerra tiene ante sí una tarea monumental en su regreso a la Contraloría General de la República. La lucha contra la corrupción, la articulación con contralorías territoriales y otras entidades, y la restauración de la confianza en las instituciones serán algunos de sus mayores desafíos. Su éxito dependerá de su capacidad para implementar estrategias efectivas y mantener un diálogo abierto y honesto con todas las partes involucradas.