26 julio, 2021
Según un estudio, el reguetón provoca una mayor activación en las regiones del cerebro encargadas de procesar no sólo los sonidos, sino también el movimiento.
Última actualización julio 26, 2021 a las 04:10 pm
Según estudio de dos investigadores de las Islas Canarias el reguetón provoca una mayor activación en las regiones del cerebro encargadas de procesar no sólo los sonidos, sino también el movimiento, frente a la música clásica, la electrónica y el folclore. Para la investigación fueron seleccionadas 28 personas con gustos musicales variados y que no tengan formación musical, la media de los participantes en el estudio de la música es de 26 años.
El análisis de la música a través de la neurociencia se ha vuelto un tema de mucho interés, pero los efectos de los estilos de música en la activación cerebral auditivas-motoras no se ha explorado tanto cómo lo asegura Jesús Martín-Fernández, neurocirujano y autor de la tesis doctoral que da lugar al estudio de este fenómeno.
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El proyecto surgió cuando comentó al también neurocirujano y neurocientífico Julio Plata que quería hacer la tesis doctoral y éste -que posteriormente la dirigió- le sugirió lo interesante que sería unir «mis pasiones: el cerebro y la música».
Desde el centro de investigación Imetisa se hicieron las pruebas que analizan las capacidades musicales con un test de oído, que mostraba la capacidad de discriminar las melodías y las frases rítmicas. Para continuar el estudio fue realizada una resonancia magnética en los participantes mientras éstos escuchaban varios estilos de música que sólo tenían la melodía porque carecían de letra.
Algunos de los clips musicales que se emplearon fueron en reguetón «Shaky» de Daddy Yankee y «Ginza» de J Balvin; en electrónica «Passion» de Alberto Feria y «L’amour toujours» de Dzeko, en clásica el concierto en mi menor de Vivaldi y el minué de los aires en re de Luis Cobiella, y en folclore folías y malagueñas canarias.
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Los participantes escuchaban varios estilos musicales a los que se eliminó la letra “porque pretendíamos estudiar de la forma más pura posible el procesamiento de la música, y el lenguaje podría mostrarnos actividad cerebral que no es específica de la música”, dijo Martín-Fernández.
Los más parejos fueron la electrónica y el reguetón, pero este último fue el que más actividad cerebral mostró, siendo este muy diferente a los resultados de la música clásica. La mayor activación que provoca el reguetón se enfoca en las regiones cerebrales auditivas y motoras que son activadas y que generan una mayor maquinaria de trabajo cerebral en el proceso de la música.