Por: Carlos Mario Jiménez


Mis redes




Comparte esta noticia

¿Dónde vivimos? ¿Quién nos cuida en Valledupar?

25 octubre, 2021

Un atraco a la Joyería Corina, en el centro comercial Guatapurí, rompe todo tipo de paradigma en Valledupar con respecto a la inseguridad.

ROBO JOYERÍA CORINA (3)
En pleno norte, donde concurre la sociedad vallenata y lo más humildes habitantes, saquearon una joyería tras romper estantes, vitrinas, amedrentar a dos mujeres y nadie vio.


Última actualización octubre 25, 2021 a las 07:02 am

Dos atracos a mano armado, en sitios públicos de Valledupar, tiene a la ciudadanía en pleno debate por la inseguridad y la manera de cómo se enfrentan a los bandidos.

Una estrategia de película. Cuatro hombres ingresan al local 209 del Centro Comercial Guatapurí, usando gorras y tapabocas. Ellos hacen visaje, como dicen los mismos bandidos, miran, preguntan, caminan de una vitrina a otra. Hasta una mujer participa en el hecho.

Las vendedoras, sin percatarse como se muestra en el vídeo, atienden a los ‘clientes’ quienes se mueven y se mueven sin ninguna alteración de los movimientos, imagino, planeados con anticipación.

Así serían cuatro hombres y una mujer dentro de la Joyería Corina, quienes sobre la 1:10 de la tarde, cuando los usuarios paseaban los pasillos, disfrutaban de un almuerzo en la plazoleta de comidas o degustaban de un café en la primera planta, robaron más de $600 millones en relojes de alta gama, prendas de oro nacional e italiano.

“Demoraron alrededor de unos nueve minutos”, declaró Ana Carolina de Armas, una de las propietarias del lugar. Es decir, que lo visto en el vídeo fue todo un éxito. Nadie refutará la astucia de todo este proceso porque ninguna autoridad percató lo sucedido.

El motín se lo llevaron en morral y bolsas de una cadena de mercados que al interior del centro comercial tiene su local.

“A penas se van, las empleadas salen gritando, pero no hubo ni un solo celador que saliera en ese momento ni en el almacén del frente, nadie, o sea, ocho minutos solas y desamparadas con cuatros hombres ahí”, relató De Armas.

Este atraco rompe todo tipo de paradigma en Valledupar con respecto a la inseguridad, en los últimos años, porque el primero y más recordado es el del Banco de la República.

En pleno norte, donde concurre la sociedad vallenata y lo más humildes habitantes, saquearon una joyería tras romper estantes, vitrinas, amedrentar a dos mujeres y nadie vio. Con un CAI de la Policía en inmediaciones al Balneario Hurtado, a unos metros del sitio de esparcimiento y comercial, que nunca tuvo una llamada, según dijo la misma institución.

Solo hace unos días, en la Estación de Servicio Libia Elena, conocida como la Bomba de Ava, tres hombres a bordo de dos motocicletas robaron un botín frente a los ciudadanos del barrio Los Caciques. El hecho quedó captado en un vídeo grabado justo cuando salían del lugar con el dinero en una bolsa.

Las bandas criminales nunca terminan y menos se desarticulan, simplemente sufren golpes que en muchas ocasiones se muestran insípidos ante la cantidad de hechos realizados a lo largo de su actuar.

En Valledupar, es hora de que la Alcaldía de Valledupar, a través de la Secretaría de Gobierno, articule mejor sus acciones con la Policía Nacional, que desde la llegada del coronel Douglas Restrepo, comandante de Policía Cesar, tuvo inconvenientes para aliarse como deberían.

¿Dónde vivimos? ¿Quién nos cuida? Son las preguntas sin respuestas de los vallenatos, porque una ciudad tan amable, económica y acogedora, no soporta más actos de inseguridad. Se necesita mano dura, pero no en discursos, es obligación de las autoridades mejorar, ya, porque en lo corrido del año es poco o nada lo que se puede resaltar.