19 mayo, 2019
Para componer una canción hay distintas maneras, que se traducen en inspiración, fabricación de melodías y hasta por encargos. PRIMERA LÍNEA habló con varios autores sobre la manera para hacer rimar versos y convertirlos en grandes poesías melódicas de la música vallenata.
Última actualización mayo 19, 2019 a las 10:50 am
Un romántico enamorado, un empleado, un indigente, una mujer golpeada por el despecho, son potenciales para crear una canción, especialmente si de vallenato se habla.
¿Sencillo o difícil? Incógnita resuelto por quienes son compositores, tienen grandes éxitos en la industria de la música, y además, son de un estilo bastante característico como es el de crear letras profundas o pegajosas.
Aunque en la historia del vallenato hay un precedente para saber cómo hacer una canción vallenata. Lo escribió el compositor Nicolás Bolaños, quien vio materializada su inspiración gracias a la grabación hecha por Armando Moscote y Norberto Romero, en 1975.
La obra se titula así: ¿Cómo hacer una canción? Es un paseo vallenato y narra de que para hacerla “se necesita ser de buenos sentimientos y tener, el talento literario que origina la grandeza y la virtud de componer”.
Bolaños asegura que se comienza por encontrar el tema, luego se busca por lo menos un lugar, “alejado del bullicio que molesta a la mente que se quiere concentrar”, entonces se le compone al amor o la mujer, que son los temas más comunes y frecuentes de expresar.
La hoja de ruta llega al ambiente y la madre naturaleza, la nostalgia y el suceso en general. Pero también queda claro que “hay momentos en que la mente no proyecta y el cerebro se fatiga de pensar ponga pon en práctica la calma y la paciencia, que otro chance se le vuelve a presentar; un factor muy importante considero, a los ritmos con su clasificación, yo que soy compositor y no comprendo de qué forma los produce el corazón; no hace falta la escritura del idioma cuando quiere componerse una canción; porque a un buen compositor no se le borran las palabras que le dicta el corazón”.
PRIMERA LÍNEA habló con varios de los compositores y encontró un concepto casi parecido al de Nicolás Bolaños. Aquí puedes leer uno a uno sus argumentos para hacer una canción vallenata.
Si me preguntan a mí, lo primero que recomiendo es hacerla con la presencia de un sentir: hay que estar inspirado por algo, movido por un sentimiento. Yo trato de aislarme, en donde el silencio sea el cómplice perfecto, además de la guitarra, con eso tengo más que suficiente. Siempre pienso en ella, qué cara pondrá cuando escuche la canción o el público, como primer objetivo. Y obviamente dejando ver mi punto de vista en cada verso de la canción.
Fundamental es la inspiración, yo por ejemplo no soy de los compositores que hace una canción por encargo, otros colegas sí lo hacen. A veces puedo hacer tres canciones en un día y después demorar hasta seis meses sin hacer una: voy mucho con la realidad y lo que me pase. Para crear la melodía que lleva la canción utilizo mi acordeón; me gusta hacer un coro pegajoso y llamativo.
Yo estoy viviendo la situación y espero que se me meta en la cabeza, tanto como en el corazón, analizo frases aisladas y melodías, todo junto; llega un momento en que mi alma me pide organice las ideas y me gusta la tarde para escribir, de 5:00 a 7:00. Ese beso que le da la tarde a la noche.
Lo primero es ponerle el alma, no utilizo ningún instrumento, simplemente escribo, después si la paso al acordeón y la guitarra. La melodía está dándome vuelta en la cabeza y por eso compongo completo; melodía y letra.
El paseo vallenato tiene una forma para componerse que son cuatro compases por un tiempo, pero si una persona quiere conservar eso debería estudiarlo o saberlo. Muchos compositores hoy en día no lo saben, pero sí se basan en una estructura que han escuchado. Es un modo de expresión y cada quien lo entrega como quiere. Soy partidario de un equilibrio, pero hay la posibilidad de hacerla de una manera diferente. Yo soy bastante cuidadoso en la esencia, en el espíritu que identifica el vallenato, soy de un para quién y no para un qué, porque hoy componen para pegarse, ser el número uno de la radio.
Una de las cosas para cuidar son las velocidades. Esa música rápida hace que se pierda la esencia de las canciones. La velocidad exige una destreza, mientras que el vallenato es una esencia, una velocidad intermedia que nos identifica en todas partes.
Yo compongo y hago una canción por una situación particular o que le haya sucedido a un amigo. Lo primero que hago es la melodía del coro, que entre los compositores se conoce como la pega-pega; por ser acordeonero tenemos facilidad de buscar en el círculo armónico la melodía. Luego viene un encabezado fuerte, el coro, un descanso y finalmente un remate con cadencia, esa es la forma de hacer las canciones.
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