
10 noviembre, 2025
Analistas coinciden en que el ataque tiene un mensaje político más que militar.
Última actualización noviembre 10, 2025 a las 08:04 am
La madrugada del sábado rompió la calma de Tunja, una ciudad acostumbrada a los bajos índices de criminalidad. Una volqueta cargada con explosivos fue abandonada a pocos metros del Batallón Simón Bolívar, detonando parcialmente y dejando dos civiles heridos. El hecho, atribuido al frente Adonay Ardila Pinilla del ELN, encendió las alarmas sobre la expansión del grupo armado hacia el centro del país.
Fuentes de la Policía confirmaron que el vehículo, con 24 cilindros bomba, fue dejado en el barrio Alcalá. Aunque los técnicos antiexplosivos alcanzaron a intervenir, seis artefactos estallaron durante la operación. “Los temporizadores estaban activos; fue un intento de ataque directo contra la Fuerza Pública”, aseguró un alto oficial que participó en la inspección.
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El vehículo usado en el atentado había sido vendido días antes en Sogamoso y fue captado por cámaras de seguridad transitando hacia Tunja cubierto con una carpa. Los responsables habrían escapado en motocicleta.
Analistas coinciden en que el ataque tiene un mensaje político más que militar. “El ELN busca exhibir presencia en zonas donde el Estado presume control total”, indicó el experto en conflicto armado César Niño.
El ELN volvió a mostrar su verdadera cara: la del terrorismo y el narcotráfico. Esta mañana intentaron sembrar miedo en Tunja con un vehículo cargado con explosivos cerca del Batallón Simón Bolívar. Gracias a la rápida reacción de la Fuerza Pública y al apoyo de la comunidad, se… pic.twitter.com/fNn8fgCtRe
— Mindefensa (@mindefensa) November 8, 2025