22 febrero, 2019
El 24 de agosto de 2015 y cantando en un recital acústico, Ana del Castillo demostró su capacidad vocal en el sitio llamado Tlön Bar.
Última actualización febrero 28, 2019 a las 04:25 pm
“La jovencita del pelo corto y que canta muy parecido a Patricia Teherán, esa es muy buena. ¿Cuándo la vuelves a traer?”. Eso lo recuerda muy bien Guillermo Silva Araujo, uno de los empresarios que le abrió las puertas de su negocio a Ana del Castillo para exponer su talento en Valledupar.
Con solo 15 años y sin experiencia en la música, mucho menos en el manejo de escenarios, Ana del Castillo tocó las puertas de Tlön Bar, un sitio ubicado en el Centro Histórico de la Capital Mundial del Vallenato, que fidelizó a sus clientes gracias a una diversidad cultural integrada por música en vivo, lectura, poesía, karaoke y hasta pintura.
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En ese lugar, sobre una improvisada tarima de tablas, una escueta consola que conectaba un par de micrófonos y el sonido amplificado por dos pequeños parlantes, comenzó la carrera de una de las promesas más grandes actualmente para el vallenato.
“Ana me pedía un espacio para cantar y yo dudaba porque era una niña; eso me traía inconvenientes con la Policía y tampoco conocía su talento”, recuerda Guillermo Silva, gerente de Tlön.
No pasó mucho cuando Silva aceptó la propuesta de la estudiante, para esa época, de noveno de bachillerato. El 24 de agosto de 2015 y acompañada de un recital acústico, Ana del Castillo demostró su capacidad vocal y se robó los aplausos de quienes asistieron a Tlön al escucharla cantar clásicos de artistas como Jorge Oñate, Diomedes Díaz o ‘Poncho’ Zuleta.
A partir de esa fecha, esta joven abrió un camino que hoy está enfilado hacia el éxito. Desde su aspecto físico y manera de lucir en el escenario cambió Ana del Castillo, algo notable especialmente en algunos vídeos de sus presentaciones colgadas en distintas plataformas digitales.
Guillermo Silva explicó a Primera Línea que Ana del Castillo se convirtió en una de sus artistas estrellas y en su cartelera comenzó a aparecer frecuentemente. “Me la pedían siempre, como a otras mujeres como Carolina Celedón o Brenda Arrieta, porque este sitio es uno de los que abre las puertas a los talentos jóvenes y especialmente a las mujeres. Creo que Valledupar es una ciudad con mucho potencial cultural, pero no es un recurso que utilicen para mostrar otros géneros distintos al vallenato y nosotros lo hemos hecho, esa ha sido una gran fortaleza para Tlön”, aseguró el administrador de empresas.
Ya con algo de reconocimiento y sonando entre el público como una de las mejores intérpretes del vallenato por el género femenino, Ana recibió la oportunidad por el acordeonero, compositor y productor, Rolando Ochoa, para cantar la canción ‘El apagón’ en el compacto ‘Homenaje a Calixto Ochoa. La Leyenda’.
De ahí en adelante y al pasar la prueba en las grabaciones, Ana del Castillo comenzó su carrera como solista y desde entonces su nombre se extendió por distintas regiones de la región Caribe. Ella, hoy con 19 años, es la misma que en días pasados estuvo involucrada en un accidente de tránsito en Valledupar, hechos que aún son materia de investigación por las autoridades, que la envió a la Unidad de Cuidados Intensivos por varios días.
Actualmente, Ana del Castillo es la misma que interpreta con el cantante Iván Villazón la canción ‘Pero que va’, un éxito en Colombia. Es también la representante del vallenato femenino con más seguidores en Instagram.
Nació el 9 de abril de 1999. Es la más joven actualmente de las mujeres con proyección (19 años). Es hija del reconocido médico especialista en cirugía y miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía, Manuel José Del Castillo Amarís. Valledupar es la tierra que la vio nacer.
En grabaciones tiene ‘Mosaico Patricia Teherán’, ‘Esos ojos negros’, ‘El apagón’, además de la reciente colaboración en la que fue invitada por Iván Villazón, ‘Pero que va’.